El faro

El faro

jueves, 31 de julio de 2014

REFLEXIÓN...

Las mochilas de nuestras vidas

Reflexión acerca de las cargas que sentimos y llevamos en nuestro día a día.
Autor: Shoshan.



A lo largo de nuestras vidas vamos acumulando muchas cosas, penas, alegrías, tristezas, nostalgias y amores que un día fueron todo en nuestra vida y hoy por las razones que sean han quedado en sólo eso: recuerdos.
Esas mochilas con las que vamos cargando todos los días hacen que todo pese más de lo debido, por lo que convendría descargarnos de muchas de esas frustraciones y desamores para que caminemos por la vida sin tanto peso.
¿Por qué nos cuesta tanto desprendernos de esos sentimientos que sólo nos hacen daño? ¿Por qué no tiramos todas esas cosas que no nos sirven por mucho que las añoremos? Debemos soltar, aprender a no cargar con tantas tristezas sobre los hombros, al final te queda el cuerpo cansado, tu vida aniquilada, sin fuerzas.
A veces vamos por la vida mirando hacia atrás, pensando en lo que pudimos hacer y no se hizo, en sueños abandonados, ilusiones, trabajos y amores que quedaron atrás. Pero por mucho que duela, esas cosas que quedaron atrás están en su lugar correcto, el pasado. Hay que dejar esas cosas atrás, en el pasado, dejarlos ahí. No es saludable vivir con tantos recuerdos, con tantas amarguras.
Si alguna vez amaste y te amaron pero la relación sólo quedó en un hermoso o triste recuerdo, debes seguir, volver a reinventarte de nuevo, volver a tener sueños y esperanzas.
La vida siempre nos traerá muchas cosas con las que iremos llenando la mochila a lo largo de nuestras vidas. Pero esa mochila es tuya, es tu vida, y de ti depende cuanto pese la mochila con la que cargas. Tú eres quien decide qué se mete, qué permanece dentro, y qué cosas , recuerdos y sentimientos ya no tienen lugar en tu mochila. No es bueno ir ir llorando la tristeza de sueños rotos, de metas que no se lograron; al contrario trata de sacar y dejar que el viento se lleve esos dolores que nos hace pedazos el corazón.
Algunas pertenencias son muy pesadas y no debieras seguir manteniéndolas en la mochila de tu vida. Tal vez un día te diste cuenta de que todo cuanto tenías no era verdad, que el amor que soñaste no era tal, o has tenido sueños que se han visto truncados por situaciones que no has podido solucionar…
Ten valentía, levántate y planta cara a la vida, despréndete de todo lo que está allí, de esas cosas que verdaderamente pesan, cosas que pesan porque cuando las miras te hacen mal. Lanza al aire esos sentimientos atrapados en tu mochila.
No sufras por quien no supo amarte, no des más de ti de lo que ya diste. Si acabaste sintiendo un vacío, no importa, siempre habrá posibilidades de volver a empezar una mejor vida. Deja en la oscuridad todo aquello que no te deja ver el sol, respira y suelta esos malos recuerdos, libera tu alma, deja que tú corazón vuelva a estar contento, dale una oportunidad a la vida de volver a conocer el amor, de volver a ver el mundo con buenos ojos. No importa por lo que has pasado, siempre hay razones para volver a sonreír, siempre habrá un mañana para volver a recomenzar.
Libérate de esa mochila que te pesa tanto y no te deja caminar.
Puedes ser feliz, lo vas a lograr, ten buena actitud y un día te verás caminando ligera y abierta a las ventanas de una nueva vida.

Un amor no te puede disminuir, te debe fortalecer, recuerda que cada vez que no te aman no eres tú quien pierde, al contrario, ellos pierden y tú ganas.

Despiértame-Gloria Trevi


martes, 15 de julio de 2014

REFLEXIÓN...

Carta de una madre para un hijo que se ha ido del hogar

Unas palabras que no te dije, hija... 


Hija mío, te has hecho mayor y ya dejaste el hogar que te vio nacer:
Cuando partiste sentí que se desgarraba mi alma, un oscuro túnel cubría mi mente y los ojos no lograban ver tu rostro claramente por las lágrimas que no podía dejar de derramar.
Unos sollozos fueron oídos y no pude sino darte una bendición que te acompañaría por el resto del tiempo que estarías lejos de mí.Lejos o cerca, hijo mío, siempre te amaré.
Siempre, desde el inicio te he amado, profundamente. 
Te he amado más que a mi carne y piel. He deseado tanto para ti que hubiera querido tener el poder de bajarte cada estrella para alumbrar tu camino, convertir cada uno de tus deseos en una fiel realidad…
Dicen, mi propia madre lo decía siempre, que a los hijos se les ama más que a la vida, y yo lo he hecho así, sólo que hasta ahora no me di cuenta de cuánto te pertenezco y cuánto de mí tienes. Así son las cosas de la vida, tienes que experimentar una pérdida para darte cuenta del gran amor que hay en cada corazón.
Como madre, sólo tengo buenos deseos para ti.
Mil recuerdos de tu infancia me invaden, hice de tus retratos mi rincón especial para mirarte, para desde la distancia desearte el mejor día, el mejor momento. Pido a Dios que jamás te falten buenos amigos que te ayuden a sortear los malos ratos, que no te falte una mano que te extienda compañía y un abrazo para que nunca te sientas sola.
Quiero lo mejor para mi hijo.
Desde que eras una pequeña niña fui una de las madres más egoístas del mundo, hoy me doy cuenta de ello, pues nunca quise compartirte con nada ni nadie, sólo te quería ver sonreír. En mi desmesurado afán de no sentirte lastimada, seguramente cometí excesos, que hoy, gracias a Dios y su generosidad, no han sido decisivos.
Recuerdo a mi propia madre con insólita admiración y una profunda gratitud porque reconozco cuanto me dio, cuanto dejó de ser por mí… y se equivocó, ¡sí, muchas veces!, pero siempre la salvó su intención de buscarme el cielo, la tierra del nunca sufrir. Espero que así puedas verme a mí también.
Una madre siempre quiere lo mejor para su hija,
aunque le lleve a estar lejos de ella.
Hija mía, siempre te dije que te amaba. Y siempre te soñé junto a mí. Me puse por promesa fiel que yo te protegería y pondría mi cuerpo y espíritu para arremeter contra las balas que traten de doblegar tu existencia, para defenderte de las innumerables tristezas que la vida te trae, porque nadie, nadie podría darte tanto como esta mujer que te ha amado más que a sí misma.
Que Dios proteja y cuide de ti, hijo mío.
Hoy, mi hija del alma,
sabiéndote lejos de mí,
quiero rogar y rogar
para que la vida generosamente se abra para ti,
que cada caída sea sólo un traspié
y que no permanezcas en el suelo
más tiempo del necesario. 
Te deseo un gran amor que te consuele, que te abrace, que te quiera que te transporte al mundo del amor real de pareja, y un amor cálido, de alguien que te quiera con afecto del bueno más no con un amor de mujer, como si fuera una madre... para que descanses en ella y seque tus lágrimas cuando el camino se torne difícil.
Te deseo el sol, radiante y que cada día brille para ti. Te deseo melodías que calmen tu espíritu y la magnífica oportunidad de maravillarte de las cosas que ves y que aún te falta vivir.
Una madre nunca olvida una hija, ni un solo día.
Yo, desde la distancia, hija querida, te abrazo cada día en un pensamiento. Cuando la soledad te ataque, cierra los ojos y piensa en mí que con la misma intensidad yo te escucharé y sabré que me necesitas. Una oración de cada día te ampara y todo mi amor te bendice.

Dicen que los hijos son prestados,
que son de la vida... ¡Cuánta verdad!
Sólo...
sólo que yo
no puedo aún desprenderme
y decirte...
"¡Vive, camina sola hija!"

Te amo, hija mía.

REFLEXIÓN...

Por mal que estén las cosas, siempre hay que salir adelante.

La vida no es fácil  y siempre me despierto con la misma sensación: que por más que vea el vaso medio vacío hay que seguir adelante. 

¡Hay que seguir adelante!

Es de ilusos pensar que alguna vez podremos estar totalmente libres de problemas, pues siempre tendremos algo que nos incomode, nos robe el sueño, o nos haga sentir insatisfechos con la vida.Tan pronto resolvamos un problema descubriremos otro nuevo, o lo que es peor, presenciaremos el retorno de un problema que creímos ya superado. Tanto así que es lógico que en ocasiones nos desanimemos, perdiendo la ilusión por vivir el día a día, pensando que la vida ya no podrá sorprendernos ni alegrarnos…
Esos pensamientos no son buenos, no nos hacen bien, y tenemos que deshacernos de ellos pues si vamos a vivir, cosa que ya estamos haciendo, que sea con alegría y esperanza en cada nuevo día.
Después de todo, no todo es negativo, tenemos que aprender a valorar también las cosas buenas sin darlas por sentado.Por mal que estén las cosas, saldremos hacia adelante.
Cada día es un regalo,vívelo así, pues el amor que sienten por ti es una bendición, no todo el mundo  es capaz de darlo. En lo personal me gusta creer que las personas somos seres de amor, capaces de dar y recibir alegría los unos a los otros. Me gustaría creer que el amor que entrego es recibido con el mismo valor con el que lo he regalado.
Vivamos cada día como si fuese el último, buscando dar amor y felicidadad a los que nos rodean,y aprovechando la oportunidades que tenemos de ser buenoslos unos con los otros. 
Habremos aprendido a vivir el día en que tengamos un corazón agradecido a Dios por todo cuanto nos sucede. Incluso agradezcamos las lágrimas que derramamos, pues en ellas está la enseñanza que nos hace fuertes.
Las malas experiencias nos motivaron a crecer fuertes, ayudándonos a saber decir adiós a las personas que amamos, en ocasiones incluso hemos tenido que decir un adiós para siempre a personas que ya nunca más podrán estar entre nosotros. Decir adiós nos rompió el corazón en mil pedazos, experiencia dolorosa que jamás podremos olvidar…La vida nos ha dado razones para llorar, pero somos fuertes, y seguimos adelante.
Todo lo superaremos, saldremos hacia adelante.Por otro lado, la vida también nos ha regalado cosas que siempre nos darán razones por la cuales vivir, como lo son nuestros sueños, las personas que amamos, que nos hacen ser mejores personas, y nuestros hijos... esos hermosos seres que un día se realizarán como personas y prolongación de nosotros mismos.
Necesitamos aprender a vivir la vida con todos sus matices,algunos son negros y oscuros, otros están radiantes de luz. En nuestro interior hay una paleta de colores para dar color a medida que maduramos y aprendemos a ver la vida tal como es…
¡Vivamos la vida en plenitud, aun con todos sus matices! 
Piensa en lo bueno: la vida es un arcoíris. 
La vida está para disfrutarla en felicidad y generosidad. Que al final de nuestro camino podamos sentirnos felices porque las semillas que hemos sembrado, por pequeñas que fuesen, ayudaron a otros que recogieron nuestro fruto. Que al mirar atrás sepamos que hemos ayudado a mejorar sus vidas, que vivimos en el recuerdo de personas que jamás conocimos, que nuestras palabras y amor siguen viviendo y extendiéndose en ellos y a través de ellos.
¡Hay que salir adelante! 
Aún quedan muchas sorpresas por ver, no demos nada por sentado, no pensemos que ya lo hemos visto todo y que la vida no nos puede sorprender… Nunca pensemos que estamos de vuelta de nada, no nos dejemos llevar por la tristeza del corazón ni nos sintamos desilusionados por lo que no hemos logrado. No seamos personas amargadas, aun cuando la vida nos trate mal,siempre busquemos dejar un bonito recuerdo en las personas que estuvieron en nuestro camino.
Aprendamos a vivir,
pues aun con sus reveses,
la vida es bella y merecemos vivirla.

REFLEXIÓN...

Algo que hoy y siempre quiero regalarte... 

Algo que hoy y siempre quiero regalarte...  


Hay cosas que quisiera regalarte siempre,
estas son algunas de ellas:

Amistad…
para que cuando tu alma añore un amigo,
sin pensar lo busques, y ese alguien corra a tu lado.
Te regalo mi amistad

Sonrisas…
para que cuando tus lágrimas se deslicen
por tu mejilla en un día gris y oscuro,
sean las risas las que iluminen tus tristezas.
Te regalo sonrisas

Grandes sueños…
para que cuando en tu mente exista un vacío,
sean aquellos bosques cubiertos de invierno
los que atrapen la atención de tu pensamiento.
Te regalo grandes sueños

La fuerza de unas manos…
para que cuando tus tobillos se cansen,
los hombros de alguien te sirvan
y den fuerzas para andar.
Te regalo mi ayuda

Un ramo de abrazos…
para que cuando los tropiezos te dificulten el andar,
sean los ánimos una esperanza
que te ayuden a continuar.
Te regalo mis abrazos
Una estrella joven y brillante…
para que cada vez que el sol descanse,
sea esa fiel luz, la que te acompañe.
Te regalo paz y descanso

Un pedacito de humildad…
para que cuando los éxitos engrandezcan tu persona,
sea la sabiduría, el aire mágico que te haga valorar,
lo que otros desprecian al llegar a una nueva orilla.
Te regalo sabiduría

Mi cariño sincero…
para que cuando sientas que nadie te acompaña,
recuerdes que en paisajes verdes o valles áridos,
mi pensamiento siempre te lleva de la mano.
Te regalo mi cariño

Un abrazo inmenso…
para que cuando necesites sentir tus fuerzas
sean estos abrazos, el puerto de tus emociones.
Te regalo un abrazo inmenso

Un par de lágrimas…
para que se alberguen entre tu alma y corazón,
así, si algún segundo la soberbia daña tu andar,
sea una muestra de sensibilidad ajena,
la que te ayude a no cometer injusticias.
¿Y un par de lágrimas?

Hoy quiero desearte....
que compartas tus alegrías con los seres que amas,
para que cuando creas que caminas en la soledad,
mil angelitos resguarden tu mirada.
Te regalo mis mejores deseos

Hoy quiero obsequiarte...
lo más bello que puedas recibir;
mientras transformas estas líneas en un espejo
donde encuentres ternura y belleza
en tu mirada sonriendo.
Te regalo mis mejores obsequios
Este tipo de regalos
crecen y más grandes se hacen,
cuanto más se comparten.
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miércoles, 9 de julio de 2014

IMAGEN...

No supiste valorar mi corazón

REFLEXIÓN...

Después de la ruptura


La ruptura no es el final del amor, sino el principio de algo mejor que mereces. 



Después de la ruptura
¿qué?

Después de terminar una relación, es normal que, según pasan los días, sientas un pequeño vacío, una necesidad de volver a escuchar a tu ex, de volver a verle…
Pasan los días contigo esperando su llamada, siempre pendiente del teléfono por si te llama o deja un mensaje. No sales de casa porque te aterra pensar que pueda sonar el teléfono y tú no estés… Te cuestionas una y otra vez el porqué de la ruptura y te vienen los remordimientos, el extrañarle… y no importa cuánto daño puede haberte hecho, tú sólo quieres volver a verle.
Tienes que entender que la relación ha terminado, que ya se puso fin a los pleitos y discusiones que había entre los dos. No debes ir por la vida llorando a quien, en su momento, no supo valorarte debidamente. Sólo por ser mujer, tú ya tienes un gran valor. No llores por él, debes erguir la cabeza y salir adelante. Mantén tu dignidad y decoro.
 
¡No tomes ese teléfono para llamarle!
Por el contrario…Sal a la calle, busca en qué pasar las horas en las que él sabe que puede llamarte, y trata de sacarlo de tu mente. Puede ayudarte ir a un gimnasio o pasar la tarde con alguna amiga tomando el café.Puedes llorar todo lo que quieras, mirar sus fotos y sus escritos… puedes dejar que el llanto fluya, permítete acabar de sacar y expresar el lágrimas todo ese dolor que te dejó su partida.
Después… cuando sientas que ya no tienes más lágrimas que derramar, guarda todo ese mundo de cosas que tienes de él en el baúl de los recuerdos…deja en tu mente sólo los momentos bellos y deshecha todo lo malo, para no guardar rencores en tu corazón.
Ya verás que cuando él se dé cuenta de todo lo que perdió por no saber valorarte, querrá regresar a ti… Se dará cuenta de que eres una gran mujer y que no debió actuar de esa manera. Cuando esto suceda, solamente tú podrás tomar la determinación de volver con él o dejarlo definitivamente.


Tu corazón es tuyo, cuídalo.
Tendrás que analizar tu corazón y saber cuánto es lo que sientes por él y si vale la pena regresar con él… eso es una decisión que solamente te compete a ti, pero eso sí… piénsalo bien, porque finalmente la que podría salir lastimada eres tú.
¡La vida es tan hermosa, tan llena de alegrías, de cosas bellas por mirar…! La vida está llena de lugares en donde te puedes sentir amada, protegida y sentirte mujer… Sólo sí, recuerda que eres una reina… Camina con la cabeza en alto y no la bajes, porque podrías perder la corona….

CARTA DE AMOR...



No hay día en el que no piense en ti, todos los días te extraño, todos los días me ilusiono
con este bello amor que nos halló solitos y nos supo unir. 


SILENCIO—SIN TI
Una carta de amor para ti, mi amor en la distancia,
amor con el que quisiera estar abrazada ahora mismo.

Querido amor mío:
Entre nostalgias y mucho pesar, añadiéndole un poco de melancolía, una ración de tristeza y varios puñados de silencio y de dolor... hoy logro plasmarte estas líneas, húmedas en su gran mayoría, por la pena que embarga mi corazón al no haberte dejado nada en todo este tiempo que estamos de enamorados.
Existen buenos y malos tiempos, vida mía; sí que los hay. Hoy, nuestro amor está pasando por momentos oscuros e inesperados, por una senda negra como una noche eterna que niega a nuestros ojos la luz de un sol para dos almas que están cansadas de vivir entre oscuridad, penumbra, silencio y soledad.
Silencio y soledad... silencio y soledad.
Todo esto nos tiene mal, amor mío, pero ante todo, aún existen armas para poder acabar con todo aquello que nos impulsa a pensar que todo está consumado.

Hoy mi amor, todo depende de nuestra tenacidad para lograr cambiar en paisaje colorido un marco que antes siempre permanecía pintado de gris. 
Es nuestro amor lo que da color a nuestras vidas
, a pesar de tantas punzadas de silencios y de quietud es capaz de soportarlo todo.

Estoy contigo mi bien, estoy con todo lo tuyo.
Enamorada y con esperanzas te escribo, porque de esta forma y mientras sea necesario, podré permanecer a tu lado. Cual bello pensar al estar yo en tu cuarto, en tu mesita de descanso, leyendo poemas y cartas de amor, buscando nuevas formas de decir te quiero.

                                          

Tú estás en mis pensamientos, 
yo habito en los tuyos.

Porque es hoy cuando imagino estar sintiendo tu cabeza sobre mi pecho,
descansando quizás, con la mirada cansada de tanto esperar
y yo aliviada de verte dormido,
respirando profundo, enamorado, cansado y agotado...
De este modo, escuchando el latir de tu pecho
nos damos cuenta de que todo aquello por lo que hemos luchado
ha valido la pena.
— Siempre has sido y serás, mi amor —
Consciente debes ser, corazón mío, de que estos días de ausencia que aun debemos afrontar no serán para siempre. Así como un negro tiempo reina durante días y meses, llegarán más adelante mejores tiempos, porque el Señor sabe darle equilibrio a todas las cosas y compensa en su justa medida de acuerdo a los hechos, a las obras y a los méritos que todas las personas hacemos aquí, en la tierra.

-Tú y yo hemos sabido amarnos
y siendo fieles seremos bendecidos-
Abrázame, que ha hecho mal tiempo para soñar nuestro amor, y sin embargo, quiero que sepas, que yo también me duermo, con todos los instantes que te nombran, que nos unen... aquellos besos impacientes, como presos en una cárcel distante, en la distancia, las promesas cercanas y lejanas, las extrañas maniobras del destino que nos hicieron coincidir en el tiempo, los ideales que comparten nuestro espacio, el encuentro que hizo posible nuestra historia, el destino que nos vislumbra caminando juntos.
Me duermo con todo ello, y no suelto nunca tu mano.
Me duermo con todo ello, y retengo fuerte tu mano [no quiero que te vayas].
Silencio y soledad... silencio y soledad.
Pero siempre amándonos, siempre juntos tratando de llegar el uno junto al otro.
- Sé que llegará muy pronto ese día que sólo nos miraremos y todos los astros del cielo y todos los elementos de la tierra se unirán en una gran fiesta en honor a nuestro amor que ha permanecido intacto por siempre.

-Así es nuestro amor.
Amor como no hay otro-
Siempre tuya, siempre mío, siempre nuestro.
Desde mi rincón para ti,
 


martes, 8 de julio de 2014

IMAGEN...

AMORES TÓXICOS

Tipos de amores tóxicos

Todos los amores tóxicos se caracterizan por convertir una relación en una desunión tormentosa y llena de sufrimiento, con pocos o ningún rato de tranquilidad y placer. El amor deja lugar a la inseguridad, el resentimiento y la venganza, sentimientos que poco tienen que ver con las bases necesarias para lograr una pareja duradera. Muchas parejas pueden estar vinculadas de manera tóxica durante años, transformando su vida en un calvario insoportable. Por esa razón, es bueno lograr identificar el momento a partir del cual una relación ya no es sana y así lograr evitar daños mucho mayores. Aquí te presentamos 10 tipos de amores tóxicos.

Pesimista

Cuando la relación se ve minada por la queja y el reproche, se está ante un amor tóxico pesimista. Ninguno de los dos miembros es feliz y, por lo tanto, un halo de depresión rodea a la pareja. Están siempre rodeados por un clima triste, muchas veces generado por ellos mismos, debido a que creen que se encuentran en una situación sin salida. Debido a este desánimo, la dupla suele encontrarse en conflicto constante con otras personas: es posible que, como consecuencia de dramáticas peleas, no asistan a eventos y cancelen muchos planes, trayéndoles problemas con amigos y familiares. 


Manipulador

Quizás no se note al principio, pero con el tiempo los amores obsesivos se convierten en sumamente controladores. Si notas que muchas situaciones de pareja te producen culpa sin haber hecho nada malo, es posible que estés siendo objeto de manipulación. El diálogo en estas parejas suele estar repleto de dos actos de desamor: la ironía y el sarcasmo. Aunque muchas veces se los disfraza de chistes ingenuos o pequeñas burlas, estas frases pueden tornarse cada vez más dolorosas, afectando el autoestima de los implicados.



Posesivo

Las personas posesivas viven la relación transformando al otro en un objeto de su dominio. Ellas conciben a la otra persona como su propiedad, lo cual les otorga el derecho de controlar todos sus horarios, tipos de salidas, amistades, la ropa que viste, entre muchos otros. En la vida de un posesivo, nada queda librado al azar. Los controladores olvidan que cada uno es dueño de su vida y las víctimas de este tipo de relación suelen pensar que las indicaciones de su pareja son por su propio bien. 

Celoso

Aunque los celos parecen ser parte de todas las relaciones, esto no significa que sea una actitud sana. Los celos obsesivos son producto de una profunda inseguridad y una costumbre de una insana manera de amar. La persona extremadamente celosa se vuelve paranoica y desconfía de todo debido a que su propia inseguridad y baja autoestima no le permite ver la realidad tal cual es. Tanto sentir celos extremos como permitir que otro cele de manera asfixiante, habla de la falta de amor propio que solo se cubre con esa atención desmesurada. 

Desconfiado

Hay parejas que se caracterizan por vivir controlando lo que el otro hace, ya sea espiando entre sus cosas, revisando su celular, elucubrando teorías absurdas, entre otros. Confiar en otro es prácticamente imposible: viven con la obsesión de que su pareja los engañará. Debido a la ejecución de ciertos mecanismos proyectivos, es muy probable que estas personas hayan sido infieles en otras relaciones o se vieron tentados en la relación actual. Por otra parte, padecen una inseguridad propia relacionada a su baja autoestima, que no les permite creer que otra persona los quiere tal como son y no necesita a nadie más. Esta desconfianza es además producto de graves problemas de comunicación: no hay confianza posible fuera de un ambiente que carece de diálogo profundo. 

Indiferente

Esta manera de amar se caracteriza por manejarse como un péndulo que oscila entre mucho interés y una indiferencia total. Las personas que generan esta clase de amor tóxico están presas de una ciclotimia: de estar pendiente de la otra persona, pasan a ni siquiera notar su presencia. Este alejamiento aparente muchas veces es realizado de manera consciente para obtener un poco de atención del otro. Esta actitud coloca a la otra persona en una situación de extrema asfixia cuando se la persigue y le produce un gran sentido de desolación e inferioridad cuando no se atienden sus necesidades, lo cual va en desmedro de concretar una relación basada en un amor estable.

  

Competidor

La toxicidad de este amor radica en no poder disfrutar, a la par, de los triunfos y los fracasos. Siempre uno de ellos siente que sus problemas son más importantes, o que los éxitos del otro no son tan grandiosos. Cada uno de los miembros de este tipo de pareja desea ser el centro de atención: ambos compiten mutuamente por lograr ser más que el otro, ya sea en el círculo de amigos, la familia o el trabajo. Esta situación culmina en que ninguno de los dos sea capaz de disfrutar de la felicidad de sus propios logros ni de los de su pareja, además de no poderse ayudar a resolver los problemas que van surgiendo. 

Rescatista

Un rasgo profundo de muchos amores tóxicos tiene que ver con la creencia aparente de que uno de los miembros de la pareja debe rescatar al otro de su estado. Estos "rescatistas de la emoción" se sienten atraídos hacia personas que consideran incompetentes, lo cual disfraza un sentimiento de desprecio hacia el otro. Además de subestimar, los rescatistas suelen confundir la compasión con el amor: necesitan de un otro con sentimientos de carencia para poder relacionarse.

Infiel 

La base de la infidelidad es la desigualdad. Dejando la confianza de lado - una de las bases más importantes del amor -, esta relación nunca será “pareja”, es decir, entre pares. Podrán jugar por un tiempo, incluso muy prolongado, a ser una pareja y hasta una familia, pero el amor verdadero exige reciprocidad: amar y ser amado. Cuando ese desequilibrio genera culpa e insatisfacción, la desigualdad se profundiza. A esto se suma la desconfianza, ya que el juego de ocultamiento mina toda posibilidad de confianza mutua. 
 

Demandante

Este amor exigente se la pasa demandando atención a su pareja, haciéndole imposible crecer. El flujo de amor en este tipo de amores funciona como una responsabilidad más en la vida: el demandante cree que el otro debe cumplir con sus metas, como si fuera un trabajo. Amor celoso y posesivo, vive pretendiendo convertirse en el centro de la vida del otro. Debido a que exige demasiado, el otro miembro de la pareja vive atado, sin concretar nunca su individualidad. 


Autor: Walter Riso

Especialista en terapia cognitiva.