El faro

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miércoles, 29 de octubre de 2014

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MITOS Y VERDADES SOBRE LOS PIOJOS

Existen muchos mitos falsos que contribuyen a crear confusión. La realidad te ayudará a tener las ideas más claras y a mejorar la prevención.
         



                                   

MITO 1

Los piojos van a la cabeza de los niños sucios.

REALIDAD:

No. Los piojos de la cabeza prefieren el pelo limpio para alcanzar antes el cuero cabelludo y comenzar a alimentarse.


MOTIVO 2

Los piojos solamente afectan a niños y niñas.

REALIDAD:

No. Todo el mundo puede tener piojos. Los niños entre 3 y 11 años están más expuestos debido a sus hábitos de comportamiento, pero un adulto también puede infestarse.

MOTIVO 3

Cuando hay piojos, pica la cabeza.

REALIDAD:

Se pueden tener piojos sin tener ningún síntoma. Por eso, cuando se detecta presencia de piojos en el círculo cercano, se recomienda revisión y si no se detectan, usar repelentes de manera preventiva.

MOTIVO 4

Los piojos vuelan y saltan de persona a persona.

REALIDAD:

No. Los piojos no tienen alas, su transmisión se produce exclusivamente por contacto directo cabeza-cabeza o a través de objetos contaminados como toallas o almohadas.

MITO 5

Si cortamos el pelo, los piojos desaparecen.

REALIDAD:

No. Los piojos pueden alimentarse y vivir igualmente en el cabello corto. Sólo ayudaría raparse la cabeza.

MITO 6

Si los niños tienen piojos, es responsabilidad de la escuela. 

REALIDAD:

La obligación de la escuela es avisar a las familias cuando se detecta un caso de pediculosis, pero la erradicación es responsabilidad de los padres que, por el bien común, y de sus hijos en particular, deben tratarla con la mayor rigurosidad posible. 



viernes, 24 de octubre de 2014

TEST...

                                

                                  ¿ Sabes mentir ? 

Quien diga que nunca ha mentido, miente. Todos lo hemos hecho con más o menos pericia.



1. Para vuestro aniversario, tu pareja ha roto la hucha y te ha regalado un anillo que te parece horrible. Tu reacción:

    a) Es magnífico. ¡ Mil gracias !.

    b) Me has mimado demasiado. Te has arruinado.

    c) Gracias, pero no me gusta este modelo. Preferiría otro.

    d) Me hace mucha ilusión. ¿ Lo has comprado ?, no sé si es mi talla. ¿ Podría cambiarlo ?.


2. Trabajas. Otra vez, tu amiga la pesada te manda un mensaje: " ¡ Llámame, es urgente ! ".

     a) ¡ Qué lástima !, tu teléfono no estaba disponible. Sin batería...

     b) Silencio absoluto. Le dirás que no has visto su mensaje.

     c) La llamas rápidamente.

     d) La llamarás más tarde, cuando tengas tiempo.


3. Te invitan a cenar a un restaurante muy chic. El vino está descorchado; el pan, duro y tu plato, frío:

      a) ¡ Todo está delicioso !, estás invitado, no te vas a poner a protestar.

      b) ¿ Qué estarán pensando los demás ?. Si ellos dicen algo, tú también lo harás. Si no, siempre es              mejor callar. 

       c) Se lo haces saber al chef para que te cambien el plato.

       d) Pides amablemente si pueden calentártelo un poco.

4. Un accidente de coche. Te han rozado ligeramente el lateral del coche, que, en realidad, ya estaba abollado:

      a) Aprovechas para que te arreglen todo por el mismo accidente. Después de todo lo que pagas al           seguro, no te piensas cortar.

      b) Haces el parte sin entrar en demasiados detalles, por si cuela.

      c) Declaras los daños reales.

      d) Tratas de arreglártelas con el otro conductor para escribir un parte que beneficie a los dos.


5. En el supermercado, delante de ti, a una señora se le cae un bote de mermelada. Se va como si la cosa no fuera con ella:

      a) Sigues con tu compra. No es asunto tuyo.

      b) Miras a la señora con insistencia para que reaccione.

      c) Este tipo de comportamiento te escandaliza, y se lo haces saber sin demora a la interesada.

      d) Avisas a la cajera para que alguien limpie el estropicio. 


6. En la entrada de tu casa ves una carta que no está dirigida a ti, pero que tiene tu nombre escrito en repetidas ocasiones:

      a) Inventas una excusa para leerla. De todas formas, si anda por ahí, ¡ no puede ser muy secreta !.

      b) La lees rápidamente y la vuelves a poner en su sitio sin decir nada.

      c) No piensas leer una carta que no es para ti.

      d) Preguntas al destinatario de qué trata, intentando averiguar algo.


7. Última prueba del vestido de novia de tu mejor amiga. Quiere tu opinión. Piensas: " Está mal cortado, no le favorece, es horrible ". Le dices:

      a) Si te sientes bien con él, es perfecto. Eso es lo más importante.

      b) No soy quién para darte una opinión. No me gustan los vestidos de novia.

      c) Si quieres mi opinión sincera, no me gusta y, además, no te favorece nada.

      d) No está mal, pero podrías hacer quizá algunos retoques... .


8. Tu ordenador se avería y ya no tiene garantía desde hace solo una semana:

       a) Si no funciona, recurrirás al seguro de responsabilidad civil de una amiga con la excusa de que        ella te lo ha roto.

       b) Buscas enseguida una excusa para explicar por qué no has podido llevarlo antes.

       c) ¿ Solo por una semana ?, ni hablar de que te rechacen la garantía... si no, ¡ les vas a cantar las          cuarenta !.

      d) Lo dejas en el servicio de reparación, suplicando que hagan caso omiso de la fecha de                      caducidad de la garantía. 


Resultados

Mayoría de a .

Mientes con talento. 

Mentir bien requiere cualidades que no todo el mundo posee, y tú formas parte de esas personas para quienes es un talento elaborar historias. No quieres engañar, pero te has acostumbrado a salir de situaciones complicadas a base de imaginación. Eso esconde un problema de identidad sin asumir. Intenta no ver la mentira como la única puerta de salida.


Mayoría de b .

Solo mentiras diplomáticas.


Sueles mentir por buenas razones, aunque no puedes negar que disfrutas de ese juego de " nadie me ha pillado ". Entonces, ¿ puedes afirmar que no mientes más que en casos de absoluta necesidad ?. No eres del todo ingenuo, pero prefieres mirar hacia otro lado. Puede que tengas miedo de perder el control de la situación si te enfrentas con tus errores.


Mayoría de c .

Mientes a disgusto.


Las personas que mienten bien te dan miedo. Las admiras, pero te parecen peligrosas. Su falta de conciencia moral te duele e inquieta. Tú estás en el lado opuesto. Tus principios son la transparencia y la verdad, y te esfuerzas por hacer gala de una sinceridad absoluta. Eso te honra, ya que eres valiente, pero a veces confundes autenticidad con intransigencia.


Mayoría de d .

Mientes con la boca pequeña.


Mientes, pero te sientes fatal cuando te ves obligado incluso a camuflar la realidad. Tienes mala conciencia, así como la impresión de que van a descubrir tu mentira y, después, ya no sabrás cómo salir de ella. Trata de relativizar y hacer gala de un poco más de ligereza y tolerancia hacia ti mismo. Las mentiras pueden ser solo falsedades inofensivas.