El faro

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viernes, 14 de marzo de 2014

EL AMOR EN LA ADOLESCENCIA




Los adolescentes, o al menos la inmensa mayoría de ellos, comienzan a experimentar este sentimiento cuando llegan a esa edad. Casi todos recordamos nuestro primer amor adolescente. Y casi siempre lo recordamos porque sentir por primera vez esa emoción deja en los seres humanos una huella imborrable.

Cuando se ama por primera vez se despiertan diversos sentimientos que nunca antes se había sentido por nadie. La persona enamorada se vuelve más accesible, ve las cosas de diferente manera, irradia buen humor, presenta un mejor ánimo y hasta su autoestima se eleva. 

Con el primer amor también se experimentan sensaciones como sentir cosquilleos por todo el cuerpo, estremecerse con el primer beso, la primera caricia, o las primeras palabras de amor. Como se dice, el amor enceguece, y todo parece justificable.



Para las chicas y chicos esta nueva experiencia de ilusiones y emociones, que a veces los suele desbordar en sus demostraciones de afecto o en el tiempo que comparten con su nueva pareja, puede preocupar un poco a los padres porque de repente ven que sus hijos están flotando en las nubes pensando solo en el enamorado o la enamorada. 

Esta es una etapa en la vida de los jóvenes donde el noviazgo se convierte en la máxima ilusión y aspiración, que a su vez llega con sus pros y sus contras, en el sentido que los adolescentes comienzan a afiliarse más con sus pares y la opinión que derive de ellos pesará más que la de sus padres. De ahí que surjan los primeros conflictos, discusiones y problemas con sus progenitores.



El adolescente o la adolescente siente que ha dado un gran paso en su vida. Atrás queda la infancia al lado de papá y mamá para dar paso al nuevo amor y ubicarse en un nuevo contexto donde se sienten más crecidos, más seguros, y también más vulnerables.

Si bien el primer amor representa un cambio significativo en la vida de cualquier adolescente, también se debe tener en cuenta que este es un periodo de grandes contrastes, de emociones fuertes, de inseguridades y de incertidumbres. Por eso, es vital tener una buena comunicación entre padres e hijos para sobrevivir a las turbulencias de la adolescencia. 



Los adolescentes experimentarán las primeras manifestaciones de celos, pues el sentido de pertenencia será muy fuerte y ante una traición o desilusión, sentirán rabia, enojo, frustración, impotencia o depresión, estados de ánimo que antes, quizás, no habían experimentado.

El primer amor, y las primeras experiencias acumuladas durante esa etapa de la juventud, será la mejor referencia para las futuras relaciones. Muchas veces el primer amor dura toda la vida; en otros casos, deberán pasar por nuevas experiencias con otros chicos o chicas hasta encontrar a la persona con quien querrán compartir su vida por siempre.

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