Laura se acercó a la ventana y observaba la calle vacía a través del cristal.
Por un momento su mente viajó a través de los recuerdos. Recordó aquel día en el que conoció a Pablo . También llovía, ambos tomaban un café , sus miradas se cruzaron y era como si se conocieran desde hacía tiempo. Ella estaba sentada en una mesa cerca de la puerta, Pablo, terminó su café y se dirigió a la puerta para irse, no sin antes dedicarle una mirada más a Laura. Ella no podía dejar de mirarle, era un extraño y sin embargo sentía que le conocía...
Cuando Pablo iba a salir de la cafetería, ella se percató de que se le había caído algo, se levantó, cogió el papel que se le había caído y salió tras él para dárselo, pero ya no lo vio por ninguna parte. Miró el papel, " Soy Pablo y este es mi número de teléfono "...
Un cosquilleo recorrió su cuerpo, ese chico la había hecho sentir en unos minutos lo que hacía mucho que no sentía por nadie. Era una sensación extraña, ya que no le conocía de nada. Miró el reloj y al ver la hora se precipitó a poner el abrigo para irse. Llegaba tarde a la reunión que tenía en la oficina, guardó el papel en el bolsillo del abrigo y salió corriendo...
Después de todo el día en la oficina, estaba agotada y hambrienta. Se dio un baño y preparó algo de cenar. Ya más relajada encendió la tele y se recostó en el sofá quedándose dormida.
Durante los próximos días volvió a coincidir con Pablo en la misma cafetería. Él en la esquina de la barra y ella en la misma mesa de siempre. Seguían cruzándose miradas cómplices y alguna que otra sonrisa. Así transcurrieron algunas semanas...
Era lunes, Laura fue a tomar su café a la misma hora de todos los días, pero él no estaba...así durante toda la semana. El viernes al llegar a casa, colgó el abrigo, se quitó los zapatos, le dolían los pies de los tacones y se sentó en el sofá a escuchar los mensajes que tenía en el contestador. No había nada importante. Se quedó pensativa recordando a Pablo, ¿ qué le abría sucedido?, ¿ por qué no iba a tomar su café desde hacía días?...la invadía una nostalgia que no llegaba a entender, ¿ por qué pensaba tanto en ese chico, si no le conocía ?...
No deja de pensar en Pablo en todo el fin de semana, coge del bolsillo de su abrigo el número de éste y sin pensárselo le llama. Salta el contestador y a Laura la invaden un montón de preguntas y sentimientos, piensa que no debía haber llamado.
Decide romper ese papel y tirarlo a la basura, es un extraño, no le conoce ni sabe nada de su vida, así que no perderá más tiempo en pensar en él.
Laura hace un viaje de trabajo y está fuera unos días, a su regreso va a tomar su café como de costumbre y para su sorpresa...el camarero le dice que Pablo le ha ha estado preguntando por ella, él también había estado de viaje por motivos de trabajo. Ella siente curiosidad por saber más y se interesa por preguntar cosas sobre Pablo.
Ya sentada en su mesa habitual y tomando su café...se abre la puerta de la cafetería. A sus espaldas escucha como le susurran, " hola Laura "...ella se queda paralizada, se gira y allí está él, mirándola fijamente. Se queda paralizada, no le salen las palabras y lo que le apetece es abrazarlo. Está feliz de verlo allí...el silencio se convierte en palabras a través de sus miradas y como en un sueño acaban sellando ese momento con un intenso y apasionada beso...
Puede parecer extraño, pero es posible conocer el amor así, de una forma mágica, cuando menos lo esperas y donde menos te imaginas. Surge la magia entre dos personas, que aunque no se conozcan, al mirarse se lo dicen todo y es el bonito comienzo de una historia de amor. ¿ A cuántos nos has podido pasar?. Yo creo que a mucho@s, porque así es el amor, sin guiones, sin tiempos, edades ni explicaciones o respuestas de porqué nos hemos enamorado. Nos enamoramos porque así es el amor...
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