El faro

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martes, 17 de septiembre de 2013

ASFIXIA POR CUERPOS EXTRAÑOS

 

La asfixia es la situación que se crea tras un aporte insuficiente de oxígeno a los tejidos, al ocuparse la vía respiratoria por cuerpos extraños procedentes del exterior ( prótesis dentarias, comida, juguetes de pequeño tamaño...) o del interior del propio organismo ( vómito, sangre procedente de hemorragias postraumáticas ).
 
A esta falta de oxígeno en tan sólo cuatro o cinco minutos se produce la muerte de las células del sistema nervioso central. Una actuación rápida y eficiente ante este tipo de situaciones puede salvar la vida del paciente.

Existen varios signos de alarma que deben hacernos sospechar una situación de asfixia:

- Color azulado de la piel.
- Imposibilidad de hablar.
- Tos débil.
- Emisión de silbidos con la respiración.
- Pérdida de conocimiento de la víctima.

La aparición de una tos fuerte nos indica la existencia de una vía aérea parcialmente obstruida y puede solucionar el problema de forma espontánea. La tos es un mecanismo de defensa.

MODO DE ACTUACIÓN

La maniobra de Heimlich para la desobstrucción de la vía aérea es universal, aunque diferente según las características del paciente al cual nos enfrentamos.

                                             

Adultos y niños mayores

Rodear con los brazos a la víctima desde atrás colocando el puño de la mano derecha en la zona por debajo del esternón y la otra mano sobre la primera, realizando inmediatamente compresiones bruscas hacia arriba y hacia atrás ( al menos 4 ).



En pacientes obesos y mujeres embarazadas

Los abrazos del reanimador se colocan en torno al pecho de la víctima , con el puño sobre la zona baja del esternón ( a la altura del pecho ) y la otra mano sobre la primera, realizando el mismo tipo de comprensión.

Auto Heimlich


Si el paciente pierde conocimiento


Se le tumbará  boca arriba en el suelo y el reanimador debe sentarse sobre él a horcajadas colocando el puño sobre la zona inmediatamente inferior al esternón con el brazo totalmente estirado y la otra mano sobre ella, realizando compresiones en sentido ascendente y hacia atrás, al menos cuatro veces.

Niños pequeños y lactantes


Se les sitúa boca abajo sobre el antebrazo de la persona que realiza la maniobra, manteniendo la cabeza ligeramente más baja que el tronco, con la boca abierta, golpeando con el talón de la mano en la zona entre ambas escápulas, cinco veces.

Si persiste la situación se colocará boca arriba, sobre el otro antebrazo, con la misma inclinación y se realizan cinco compresiones en la zona inferior del esternón procediendo a retirar el cuerpo extraño de la vía aérea.


Tras conseguir la expulsión del cuerpo extraño al exterior, la víctima deberá ser siempre examinada por un médico para descartar posibles complicaciones.

En ocasiones, el cuerpo extraño se desplaza hacia el interior del aparato respiratorio permitiendo así una ventilación efectiva en la vía aérea y salvando momentáneamente la situación de riesgo vital.  Si en los días posteriores a un atragantamiento la víctima presenta síntomas como dificultad respiratoria, silbidos en el tórax, fiebre o tos, debe ser evaluado por un servicio médico con el fin de descartar una neumonía.


Tras la expulsión del cuerpo extraño el paciente no recupera la respiración espontánea, por lo que de modo inmediato debemos pedir ayuda e iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica.
Si durante los intentos de extracción del cuerpo extraño el paciente pierde el conocimiento debe activarse el sistema de emergencia, solicitando esta ayuda e iniciando una RCP básica.


 
 

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