Muchas de nosotras nos hemos encontrado, en algún momento de la vida, en un abismo profundo y sin salida: desoladas, solas y frustradas por problemas, amor, engaños y más….
Es necesario tomar en cuenta muchos síntomas que, si no corregimos, nos pueden llevar a una grave depresión o tristeza, como es sentirse cansada de la vida, querer tan sólo dormir para no pensar en nada, llorar a veces sin motivo alguno, despreocuparnos de nuestra imagen, sentir desconfianza exagerada u odio por quienes nos rodean, querer estar en su mayoría del tiempo sola…
Estos son algunos síntomas , que son motivo de alerta, que debemos considerar no sólo para nuestra salud física sino también para nuestra integridad emocional.
Una de las situaciones que nos llevan a contraer este tipo de estado emocional y físico, lamentablemente, son los temas amorosos, donde sentimos que la vida se nos va si no estamos con el ser amado, que no somos nada, que no seremos capaces de amar nuevamente. Sentimos culpa de que él nos haya dejado o engañado. Estamos tan cegadas que nos despreocupamos absolutamente de nosotras, y francamente, es una aberración estar mal por alguien que ya no nos ama, que ya no nos valora ni aprecia nuestra compañía. De nada vale amargarnos la existencia sufriendo, llorando y encerrándonos en nosotras mismas, cuando él sigue viviendo su vida, trabajando, saliendo y divirtiéndose con amigos y familiares.
¿Cómo corregir nuestra baja autoestima y depresión?
Lo primero es aceptar la situación actual, hacer cosas nuevas para nosotras mismas, cosas que nos satisfagan y nos hagan crecer como mujeres. Debemos vivir nuestro duelo, sí, pero con madurez, sin necesidad de encerrarnos, culparnos o llenarnos de rabia.
Para mantener mente sana y cuerpo sano, podemos compartir con amigos, leer, hacer ejercicio, cambiar nuestro look, cambiar de trabajo, ponernos metas de vida o de cosas materiales que queramos adquirir, etc. La idea es hacer muchas actividades que nos distraigan de las frustraciones, cosas que nos permitan sacar el estrés que llevamos, hasta que estas distracciones se conviertan en hábitos que nos permitan abrirnos nuevamente al mundo, que nos permitan darnos cuenta que somos mujeres llenas de capacidades como para salir adelante con o sin pareja.
Y con el tiempo, nuestro corazón estará, una vez más, apto para amar, para recibir y dar cariño. Habremos aprendido a amarnos a nosotras mimas, a comprender que somos valiosas por dentro y por fuera… y sobre todo, habremos aprendido que vale la pena vivir la vida con sus pros y sus contras, o sea, a vivirla, a disfrutarla y a compartirla como se nos presente.
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