El faro

El faro

viernes, 6 de diciembre de 2013

UNA DURA REALIDAD PARA UN NIÑO


Solo quiero estar con Papá...
 
 
 
La puerta de la habitación se cierra...
 
Claudia escucha llorar a su pequeño y acude a su lado.
 
- ¿ Qué te sucede Luis ?
 
Entre sollozos le dice a su madre que solo quiere estar con Papá.
 
- No le voy a molestar Mamá, solo quiero estar con él.
 
- Luis cariño, yo sé que no quieres molestar, pero Papá desea estar solo.
 
- Mamá pero no le voy a molestar, lo prometo.
 
- Lo sé cariño pero...
 
Claudia no encuentra palabras para explicarle a su pequeño algo que no tiene explicación. Le abraza  fuerte contra ella y durante unos segundos hay un silencio que Luis rompe para volver a insistir.
 
- Mami, dile a Papá que solo quiero estar a su lado, voy a estar callado y no le voy a molestar.
 
Claudia sabe que será inútil pero hace el intento. Abre la puerta de la habitación, Luis se esconde detrás de su madre.
 
- Javier, ¿ qué te molesta el niño aquí a tu lado ?, pobrecito solo quiere estar con su Papá. Te necesita...
 
Las voces no tardan en producirse, todo lo que sale por la boca de Javier es despreciable. Intentar hablar con él es imposible, su agresividad tanto verbal como física hace que Claudia salga de aquella habitación con su pequeño. Luis es tan solo un niño de dos años.
 
- Papá no me quiere, dice Luis entre llantos.
 
- Sí te quiere cariño, solo que está cansado y quiere estar solo, le dice Claudia a su hijo.
 
A Claudia se le parte el alma al ver a su hijo de tan solo dos años sufrir. No tiene, no puede darle una explicación a su hijo. La realidad es demasiado dura para explicársela, pero lo duro es que lo están viviendo. Claudia se siente culpable al ver a su hijo así. Lo abraza una vez más para intentar consolarle y no puede evitar que resbalen algunas lágrimas por su rostro.
 
- ¿ Qué te parece si jugamos tú y yo ?, le dice Claudia a Luis.
 
- Yo quiero estar con Papá.
 
- ¿ Qué te parece si le dejamos descansar un ratito y mientras jugamos tú y yo ?.
 
Luis se queda pensativo y al fin le dice a su mamá que le parece buena idea. Claudia lo deja todo para jugar con su hijo y verlo tranquilo. Juegan a los coches, colorean, ven dibujitos...
Lo triste y duro es que aquella situación ocurre a diario. Luis tiene pasión por su padre, pero este le rechaza una vez y otra haciendo que su hijo se sienta rechazado y no querido por su padre.
 
Pasan los días y es Claudia quien se vuelca en el cuidado de su hijo. Juega con él, le da cariño, se vuelve excesivamente protectora para que su hijo se sienta bien, pero aunque se lo de todo Luis sufre por la falta de su padre y ese vacío es imposible llenarlo por mucho que Claudia se vuelque en su hijo.
 
                         
   
 
 La vida de Claudia y su hijo es muy triste. Siempre están juntos y en pocas ocasiones pueden contar con Javier para algo. Pasan los días y todo sigue igual, Javier no colabora en los cuidados de Luís y es Claudia quien asume cada día esa responsabilidad sin conseguir hacer entender a Javier de lo mucho que su hijo le necesita.
 
Septiembre  del 2003...
 
Luís comienza al colegio, aunque aún no ha cumplido los tres años. Es el niño más pequeño de la clase. Está contento porque va a conocer amiguitos y a aprender muchas cosas. Su profesora se llama Pilar. Los primeros días todo va bien, pero poco después de comenzar el curso todo se complica.
 
Un día, cuando Claudia llega a recoger a su hijo, este al verla se abraza llorando a ella.
 
- Luis cariño, ¿qué te pasa ?.
 
- Luis no dice nada, solo abraza a su madre y llora desconsolado.
 
Claudia aprecia un olor y se teme lo q ha podido suceder.
 
- Luís, huele un poquito mal...
 
- Mamá, lo siento, se me escapó porque la profe no me dejó ir al baño.
 
- No pasa nada cielo, pero, ¿por qué no me ha llamado Pilar para venir a cambiarte de ropa?.
 
- Dijo que te iba a llamar pero no viniste.
 
Claudia se sintió fatal. Pilar no solo no la había llamado, sino que le mintió al niño y lo mantuvo toda la mañana en el colegio con sus necesidades encima. No entendía que ha un niño de dos años no le dejara ir al baño. Hablaría con ella...
Al día siguiente Claudia habló con Pilar de lo sucedido el día anterior. Esta quiso quitarle importancia diciendo que había sido unos minutos antes de salir y eso no la había llamado. Claudia no quedó convencida, un niño de dos años no tiene la capacidad de mentir y Luis le dijo que había estado en esas condiciones toda la mañana. Durante todo el curso suceden cosas que Claudia no entiende y que Pilar siempre encuentra el discurso perfecto para salir airosa de la situación. Será la profesora de Luis durante los tres años de E.D.I.
 
Es en el último curso donde las cosas ya pasan los límites.
Luis no quiere levantarse para ir al colegio, en muchas ocasiones tiene que llevar al niño a la pediatra por dolor de tripa. Aunque aparentemente el niño parece tener realmente dolor no hay nada físico que lo justifique. Después de muchas repeticiones de este capítulo y de ir descartando posibilidades después de analíticas, radiografías...
La pediatra llega a la conclusión de que es algo psicológico y que además esos episodios siempre coinciden con las épocas escolares y nunca en vacaciones.
 
- Luis, le pregunta la pediatra, ¿te gusta ir al cole?.
 
- No.
 
- ¿Por qué?, allí tendrás muchos amiguitos para jugar y aprendes muchas cosas.
 
- Los niños me pegan...
 
- ¿ Y no les castiga la profe?.
 
- No...siempre me castiga a mí.
 
- ¿Por qué te castiga?.
 
- Porque no hago bien los trabajos y no recojo los juguetes.
 
- ¿ Y no te ayuda la profe a trabajar?.
 
- Dice que tengo que hacerlo solo.
 
-Luis, ¿Cómo te castiga la profe?.
 
- En el cuarto de los ratones.
 
- ¿Y cómo es ese cuarto?.
 
- Está muy oscuro y la profe dice que hay ratones .
 
- ¿Pasas miedo?.
 
- ¡ Sí, mucho!.
 
Claudia no da crédito a lo que ha escuchado. Luis nunca le había dicho nada.
 
- Ya sabemos a que se debe el dolor de tripa de Luis, dice la pediatra. El dolor siempre coincide cuando hay colegio. Nunca se ha quejado por vacaciones y después de lo que nos ha contado, está claro que el niño sufre en el colegio y no quiere ir, por eso siempre le duele la tripa. Tiene un rechazo escolar tremendo. Deberías hablar con la profesora para que no se repita estas situaciones.
 
Claudia habla con la profesora que evidentemente lo niega todo, pero los niños que van con Luis a clase le dicen que es cierto que la profe castiga a Luis en el cuarto de los Ratones.
Habla con Javier de lo que suceden y ambos van a hablar con Pilar. La intención de ambos es que las cosas se solucionen y que su hijo no tenga que volver a pasar por algo similar.
A los pocos días acuden con Luis al neurólogo que les confirman  que el niño es epiléptico y le ponen un tratamiento.
 
 
Tanto Javier como Claudia consideran que deben comunicárselo a Pilar. Esta reacciona mal. Ve al niño como un problema. A partir de ahí las cosas se complican aún mas llegando a hacer diferente al niño. Le castiga continuamente y llama a diario para que vaya a buscar al niño y se lo lleven para casa. Las llamadas cada día se hacen primero, llegando a llamar a la media hora de estar el niño en el colegio. Nadie hace nada por ayudar a Luis, lo fácil es decir que es malo, un sinvergüenza y mal educado. Tan solo tiene cinco años.
 
 
¿Qué niño con cinco años es un sinvergüenza?. A esa edad cuando no hay un comportamiento normal es que algo no va bien y se les debe ayudar.
 
A Claudia, al igual que a su hijo, el tener que acudir al colegio y tener que ver a Pilar le causó problemas psicológicos. Era un sufrimiento, un martirio...tener que acudir cada día al colegio. Por más que se habló con Director, jefa de estudios, orientadora...nadie hizo nada por Luis.
 
Esa etapa ha dejado huella en Luis y le ha creado problemas escolares y de autoestima. Sus fracasos escolares y su rechazo escolar, añadidos a un problema de "Trastorno de la conducta", ha hecho que tenga una baja autoestima y que no tenga el mas mínimo interés por esforzarse.
 
Luis se ha convertido en un adolescente muy inmaduro, inseguro, de baja autoestima que con todo lo contado anteriormente hace que tenga una actitud negativa que le perjudica personalmente en todos los aspectos de su vida. Aunque le han cambiado de colegio y ha sido positivo porque han visto la problemática del niño y han hecho todo lo posible por ayudarle.
Es un chico ya, un adolescente que está reconocido como "alumno de necesidad educativa especial" y que ha sufrido y sufre la falta de sensibilidad de algunas personas, la etiqueta de malo, el rechazo de algunas personas, la incomprensión de otras...
 
Lo fácil es juzgar, condenar y criticar...tal vez, si a Luis se le hubiera ayudado cuando tenía cinco años, su vida hubiera sido diferente y se le hubiera evitado mucho daño gratuito.
 
Debemos ser más generosos con los niño, los niños son niños todos y cuando algo falla hay que tratar de ayudar y no señalarle...
 
 
 

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