El faro

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jueves, 10 de octubre de 2013

EL ABANDONO DE PERROS




El abandono de perros alcanza cifras monstruosas cada año. Son diversas las causas de que estos nobles animales terminen recorriendo tristemente las calles, pero todas tienen que ver con la irresponsabilidad humana, que no prevé las consecuencias de sus actos, ni adjudica a los animales, los derechos que les corresponden.
 
La relación del hombre con el perro es milenaria, estas mascotas nos han proporcionado incontables servicios y alegrías. Están presentes en un gran número de hogares en todo el mundo.  Son innumerables las historias de perros heroicos, que salvaron la vida de sus amos, y de otros humanos con los cuales ni siquiera tenían relación. Pero, sin embargo, ellos no ocupan en nuestros corazones, un sitial tan privilegiado como el que nosotros ocupamos en el de ellos. El abandono de perros es una cruel realidad, cada año, la cifra alcanza a millones. Los motivos son variados, algunos válidos, pero quien paga el precio, es el animal que tanto nos ama. Es inmoral utilizar a seres vivos como juguetes.

Los Perros no son moda

Aunque duela admitirlo, una mascota, es en esta sociedad consumista, un artículo más, con su mercadotecnia, sus modas, y requisitos. Todos adoramos un cachorro que cabe en nuestra palma. Pero cuando el pichicho toma un tamaño respetable, y manifiesta sus sentimientos propios, y necesidades, ya no es tan divertido. El trabajo es mucho, y el perrito ya no se parece al de peluche que vimos en la juguetería.
 
Las grandes ciudades, cuentan con infinidad de tiendas de mascotas, donde se puede comprar, desde ropa en todos los estilos, accesorios, alimento, hasta el propio perro, del tamaño y color que queramos. A esto le sumamos los servicios, peluquería, veterinaria, adiestramiento, recreación, hospedaje, psicólogo, y quien sabe qué, más. Estos servicios no apuntan a cubrir las necesidades de las mascotas, sino a la vanidad humana. Los perros no son más felices cuando están vestidos como sus amos, ni cuando concurren a terapia. Ellos sólo necesitan que se les preste un poco de atención, unas cuantas caricias y una alimentación adecuada. Si a esto agregamos, desparasitación, vacunación y aseo, tendremos a los seres más felices y agradecidos.
Adoptar una mascota, no es como comprar un sweater nuevo, es la incorporación de un nuevo miembro a la familia, y debe afrontarse con responsabilidad y cuidado. Hay que considerar las responsabilidades que conlleva, y los trabajos, sin olvidarnos de los gastos. Si no podemos con el trabajo, es mejor abstenerse, y así evitar ser los responsables de que otro perrito pase a habitar en las calles.

Alternativas al abandono

Existen algunas alternativas al abandono, consisten en mediadas preventivas, que eviten que los perros terminen en la calle.

• Esterilización- es una buena medida para no correr el riesgo de hacernos de cachorritos, que luego no podremos colocar como es debido. Mucha gente rechaza esta medida, escudándose en la “libertad o felicidad del animal”, en realidad están expresando sus prejuicios y haciendo extensiva su postura para sí mismos. Hay que comprender que ninguna mamá será feliz de traer al mundo, hijos que irán a parar a la calle (aún las mascotas). Tampoco es correcto que los humanos decidamos cuando y cómo nuestras perras procrearán, pero, como la alternativa es condenar a los cachorros al sufrimiento, es un precio aceptable. No en cambio, cuando se tienen hembras para obligarlas a reproducirse para lucrar con sus frutos. Para quienes no puedan pagar una esterilización, en casi todos los países, existen organizaciones que las efectúan de forma gratuita o a un precio muy reducido. En la veterinaria más próxima, podrás informarte de ellas.

• Hospedajes para perros- son una alternativa costosa, pero, para quienes necesitan un lugar para su mascota, pues se mudan a un lugar donde no pueden tenerla, o aquellos que se van de vacaciones, y pueden pagarlo, representan una solución.

• Adopción- esta alternativa tiene dos vertientes, para quien tiene una mascota que no puede conservar, el colocarla en sitios Web, anuncios callejeros, etc, una linda foto del perro y una breve biografía, donde se expliquen las razones por las cuales no podemos retenerlo, y las cualidades del perro. No es una solución 100% efectiva, pero al menos garantiza que algunos conseguirán un nuevo hogar.

•Para quienes están pensando en conseguir un perro, no recurrir a las tiendas de mascotas, esto sólo empeora la situación, pues fomenta el negocio de la crianza. En cambio, buscar en los refugios de animales, o en las carteleras de adopción, allí encontrarán muchísimos perritos en busca de un amigo, y la variedad alcanza para todos los gustos. Adoptar uno de estos animales significa salvar una vida.
Lo importante cuando pensemos en traer un perro al hogar, es pensar en el bienestar del perro y el cariño que le brindaremos, de nuestra alegría y felicidad, es descontado, que se encargarán ellos.

           
 
Casi todos los perros nacen con la capacidad de rastrear una pista, pero algunos están más capacitados que otros, debido a la cría selectiva. Las diferentes razas de perro, poseen aptitudes más adecuadas para uno u otro tipo de rastreo, ya que requieren de diferentes cualidades. El rastreador por excelencia es el Bloodhoundsiendo el favorito para el rastreo de personas perdidas.
 
La casi totalidad de los perros nace con la capacidad de rastrear una pista por olfato, ya sea de un objeto o un animal, a medida que se va desplazando.
La cría selectiva, ha conseguido especializar diversas razas en el rastreo.
 
Principales razas de rastreadores:

• Pastor alemán
• Sabueso
• Labrador Retriever
• Doberman
• Rottweiler
• Terranova
• San Bernardo
• Bloodhound
 
Los diferentes perros tienen distintas aptitudes, las cuales los hace más aptos para alguno de los tipos de rastreo.

 Los perros de rescate y búsqueda requieren no sólo la capacidad de rastrear, sino que también necesitan una cierta capacidad física para moverse en terrenos difíciles y peligrosos como escombros, terrenos inundados, zonas en peligro.
Los Sabuesos y los Bloodhound, son los más utilizados en el rastreo de personas perdidas y presidiarios fugados. Son muy atléticos y pueden seguir hasta el rastro más débil. Los San Bernardo y los Terranova, se especializan en gente perdida en el desierto o zonas montañosas, bosques, y otras zonas difíciles.

Algunos rastreadores se emplean para la caza, como los Beagles, los llamados Hounds, y también los Retriever.

 Los Rottweiler, Doberman y Pastores alemanes, participan en competencias de rastreo, y son los más empleados en el rastreo de drogas y otras sustancias.

Entrenamiento de los perros rastreadeores:

Los rastreadores usan de manera natural su nariz para moverse y encontrar su camino, en lugar de mirar o desplazarse hacia cualquier lado, como naturalmente lo hacen los otros perros. Sin embargo, la cualidad de rastreador puede estar presente en cualquier perro, sin importar la raza, es una cualidad que no tiene necesariamente un origen genético. Cuando un cachorro tiene por costumbre seguir el rastro en la tierra para desplazarse, es casi seguro que estamos ante un rastreador natural.
 
Hay muchas formas de entrenar a un rastreador, puede recurrirse a un entrenador profesional, entrenarlo el mismo dueño, consultar bibliografía especializada, o extraer información en Internet.
Los rastreadores pueden entrenarse también para fines policíacos, como la detección de drogas, armas, explosivos o dinero.
 
El método de entrenamiento comienza con ejercicios sencillos de estimulación de la memoria olfativa, con un juguete, y comandos simples en español o alemán, “busca” o “such”. Cada acción correctamente desempeñada, se gratifica con una felicitación verbal de refuerzo. De esta manera, el perro aprende jugando.
 

 Los ejercicios se van complejizando una vez que logramos enseñarle a reconocer una amplia gama de olores.

Luego de esto se le enseña a señalar lo buscado.
           
 
El abandono de perros alcanza cifras monstruosas cada año. Son diversas las causas de que estos nobles animales terminen recorriendo tristemente las calles, pero todas tienen que ver con la irresponsabilidad humana, que no prevé las consecuencias de sus actos, ni adjudica a los animales, los derechos que les corresponden.
 

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