El faro

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miércoles, 17 de abril de 2013

Masturbación: beneficios para la salud general. Reduce el estrés, mejora el sistema inmune y promueve el buen dormir.

La masturbación ha sido en nuestra cultura hispana un tema vetado, pero ya es momento de descubrir los aspectos positivos de esta práctica.
La masturbación es el acto de proveerse placer sexual a través de la estimulación de los <órganos genitales. Es una acción saludable y normal para que las mujeres y los hombres exploren su propia sexualidad. No es exclusiva de los adolescentes y debería formar parte de todas las etapas de la vida del ser humano.

La vida sexual es inherente a las personas, es decir, no podemos vivir sin esta parte de nuestra naturaleza y la masturbación nos ofrece una forma sin riesgos y segura de satisfacer el deseo sexual. No hay riesgo de adquirir una enfermedad de transmisión sexual ni existe el riesgo de embarazo.
El masturbarse tampoco significa erradicar la actividad sexual en pareja o evitarla, más bien es una excelente práctica que puede mejorar la vida sexual compartida, ya que al estar en contacto con tus propias respuestas sexuales podrás comunicarle a tu compañero/a tus necesidades y gustos, por lo tanto la intimidad suele resultar más satisfactoria.
 
  • Como ya se mencionó anteriormente la masturbación no representa riesgo de transmisión sexual ni embarazo que se puede llegar al placer sexual sin interactuar con otra persona y evadir los riesgos naturales de una interacción sexual.

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  • Libera la tensión sexual lo que se ve reflejado en el humor del individuo. Esto permite que su vida diaria sea más disfrutable y con menos tensión en general, pues la tensión sexual se puede llegar a traducir en tensión general, mal humor y fastidio en las pequeñas cosas cotidianas.

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  • Permite que el individuo explore su sexualidad, que es algo muy positivo pues permite a la mujer y al hombre a estar más en contacto consigo mismo, no solo al nivel sexual. Esta experiencia los pone en contacto con sus emociones también y con el hecho de que ellos mismo pueden modular sus emociones, que se traduce finalmente en independencia emocional.

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  • Puede ser la solución para quienes no tengan pareja o quienes se abstienen del sexo. Esta opción es muy sana ya que no niega las necesidades humanas de cada individuo independientemente de si tiene pareja o no y/o de sus convicciones.

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  • Conocer tu sexualidad, lo que te estimula y lo que no, te ayuda a comunicárselo a tu pareja y así conseguir una experiencia sexual más plena. Esto ayuda de manera general al bienestar emocional de la pareja y a mantener la intimidad emocional.

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  • En casos de disfunción sexual como la disfunción orgásmica la masturbación dirigida forma parte del tratamiento médico (además de terapia conductual conductiva, entre otros).

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  • En el caso de la eyaculación precoz masculina la masturbación es usada como una técnica para que el hombre aprenda a tener control sobre la eyaculación.

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  • En el caso de la mujer la masturbación le ayuda a disminuir los malestares premenstruales (PMS, por siglas en inglés) y los cólicos menstruales.

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  • Relaja los músculos y provee una sensación general de bienestar.

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  • Promueve el sueño y el buen dormir. Al tener un orgasmo después de la masturbación, es muy posible que duermas mejor, quizá por el hecho de poner la mente en blanco, o el mini trabajo cardiovascular.

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  • Propicia la secreción deendorfinas lo que detona la sensación general de bienestar físico y mental
  • Reduce el estrés y gracias a eso mejora el sistema inmunológico.

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  • Mejora la autoestima debido a la interacción y aceptación del cuerpo de uno.

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    Hombres
     


    Masturbación masculina
     
    Existen variantes en la masturbación. La mayoría de los hombres se masturban agarrando el pene con la mano, moviéndola de arriba hacia abajo o de atrás hacia adelante, según la postura del individuo. Otros no utilizan toda la mano sino que agarran la zona del frenillo entre los dedos índice y medio, y el pulgar por el otro lado. Otra técnica es emplear las dos manos en el pene. Otros sólo frotan su pene con una mano y con la otra se estimulan los testículos o pezones, entre otras partes del cuerpo.
    Los hombres no circuncidados, no suelen necesitar el uso de lubricantes, porque el prepucio ya mitiga los efectos del roce directo por sí solo, aunque los hay que los emplean para añadir sensaciones a su actividad. El uso de lubricantes es más frecuente entre los hombres que tienen su pene circuncidado, con el fin de facilitar el deslizamiento de la mano sobre el glande.
    Existen artilugios eléctricos y mecánicos para que los hombres se masturben: muñecas inflables, vaginas artificiales, bombas de vacío, etc. También pueden utilizar vibradores, concentrando su actividad sobre el frenillo.

    Mujeres

     
     
                                                     
    Masturbación femenina
     
    La mayoría de las mujeres se masturba estimulando la zona del clítoris. Una cuarta parte de ellas suelen añadir también el estímulo vaginal introduciéndose sus dedos para incrementar la sensación placentera. Pero el estímulo exclusivo de la vagina para masturbarse es un procedimiento minoritario, a pesar de lo que muestran las películas pornográficas.
     
    Las mujeres suelen utilizar los dedos para masturbarse. Estimulando el clítoris indirectamente al frotarlo a través del prepucio del clítoris o, menos frecuentemente, estimulando directamente el glande del clítoris. Suelen lubricarse los dedos, sobre todo si estimulan directamente el glande del clítoris, bien introduciéndolos de vez en cuando en la vagina para extender su humedad al clítoris o, bien, mojándolos con su propia saliva.
     
    
    La gran mayoría de las mujeres se masturban acostadas, o en el baño, y con las piernas abiertas, un 10% lo hace boca abajo y las piernas más juntas o muy juntas. La mitad de estas últimas no emplean los dedos para masturbarse, sino que se frotan contra una almohada, el rebujo de las sábanas o montando algún peluche. El 3% de las mujeres se masturba en cualquier postura simplemente contrayendo los muslos. Otro 2% lo hace empleando el chorro de agua de la ducha o la bañera. Y existe un 2% más que lo hace sin manos, estimulándose sólo con fantasías. A pesar de las numerosas técnicas existentes para masturbarse, la mayoría de las mujeres (71%) suelen serle fiel a una de ellas durante toda su vida.
     
    El uso de  vibradores y otros juguetes eróticos parece estar extendiéndose entre la población femenina. No resulta fácil saber cuántas los emplean. Pero las diferentes encuestas demuestran que entre una de cada cuatro y dos de cada tres mujeres, según los países, utilizan estos artilugios.

    Extensión de la masturbación

    Prácticamente toda la población sana se masturba desde edades tempranas hasta el final de su vida, si su salud se lo permite. Se han visto con ecografías a fetos de ambos sexos masturbándose en el seno materno.
     
    El análisis de las estadísticas arrojan como cifra probable de hombres que se masturban la del 92% o 94%. Para las mujeres, los datos son más inseguros por la conocida inhibición femenina a la hora de reconocer esta práctica. Pero del estudio de las diferentes cifras manejadas por los investigadores, se sabe que se masturban entre el 85% y el 93% de las mujeres, en conjunto. Si el análisis se centra sólo en las mujeres orgásmicas, y lo es el 90% de la población femenina, se encuentra que se masturban entre el 91% y el 99% de ellas, prácticamente todas. Sin embargo, otras fuentes indican que el número de mujeres orgásmicas podría ser mucho menor. Según el Journal of the American Medical Asociación, un 43% de las mujeres americanas siguen padeciendo disfunciones que les impiden alcanzar el orgasmo.
     
     
    Los hombres se masturban más
     

    Suele afirmarse que los hombres se masturban con una frecuencia semanal, que es el doble de veces la de las mujeres. Pero existen investigaciones que demuestran que los hombres mienten sistemáticamente en las encuestas sexuales exagerando la frecuencia con la que acuden al autoerotismo, mientras que las mujeres mienten en sentido contrario, minimizando la frecuencia (es típica la respuesta femenina de hacerlo una vez al mes). Si corregimos las afirmaciones de unos y otros, como han realizado algunas investigaciones serias, los datos tienden a converger: así, hombres y mujeres se masturban con una frecuencia similar.
    Los hombres comienzan a masturbarse antes que las mujeres
    Según los estudios recopilados por Ramos Brieva, tampoco es cierto que los hombres se inicien en la masturbación antes que las mujeres por tener un órgano sexual tan "evidente" y que tienen que tocarse a diario por razones fisiológicas e higiénicas.
     
    Está demostrado que hay más mujeres que hombres que se inician en la masturbación antes de los 10 años de edad. Lo hacen así entre el 20% y el 42% de las mujeres, al menos, y entre el 3% y el 13% de los hombres. También hay un 42% a 52% de mujeres que comienzan a hacerlo, como los hombres, durante la adolescencia. Por eso, las mujeres aprenden a masturbarse espontáneamente con mayor frecuencia que los hombres (lo hacen siendo más niñas y sin haber hablado con nadie del tema), quienes suelen iniciarse más tarde, tras hablar con sus compañeros o leer sobre el tema (mujeres: entre el 57% y el 62%; hombres: 28%)
    Las personas dejan de masturbarse cuando inician relaciones sexuales
    Según los estudios citados en la obra, los hombres y las mujeres continúan masturbándose después de establecer relaciones de pareja. Incluso aunque tales relaciones sean satisfactorias, el 75% de los varones y el 75% al 91% de las señoras emparejados continúan haciéndolo.
     
    Se ha observado que mientras la frecuencia con la que los hombres emparejados acuden a la masturbación disminuye desde el momento que comienzan a tener relaciones sexuales y sigue descendiendo con el paso del tiempo, en las mujeres la frecuencia se mantiene igual o aumenta en la mayoría de los casos, sobre todo entre las que son más jóvenes. Esta idea contradice, igualmente, la afirmación popular.
    Quienes se masturban se aíslan socialmente
    El psiquiatra Jesús Ramos niega este supuesto, concluyendo que la masturbación no produce aislamiento, habiéndose comprobado que la mayoría de los seres humanos se masturban y tienen relaciones sexuales con normalidad.
     
    Otras fuentes explican que en las personas aisladas que no saben relacionarse con los demás se desarrolla la masturbación como forma de satisfacción sexual al no tener la oportunidad de desarrollar la actividad sexual que apetece compartir con otras personas, al no ser capaces de relacionarse con esas personas.
     
     
     

     

    1 comentario:

    Sex Shop dijo...

    Muy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!