Este es un cuento cortito que he escrito de niña y que guardo como oro en paño. Ahora mejoraría muchas cosas, ya que ha pasado tiempo y para mi gusto podría mejorarse, pero perdería su encanto. Yo se lo he contado a mis hijos y a pesar de todo les ha gustado. Lo comparto con mis seguidores-as para que lo compartan con sus niños.
Manuel era un niño bajito, alegre y muy travieso que vivía con sus padres en una casita en el bosque.
Un día que llovía mucho, mucho y no podían salir a jugar le dijo a su hermana:
- ¿ Por qué no subimos al desván a jugar ?.
- ¡ Bueno, vamos !, dijo su hermana.
Se oía acercarse un coche, se asomaron y vieron que eran sus padres. Había dejado de llover, así que salieron corriendo a recibirles. Manuel le explicaba a su madre que habían encontrado un baúl con muchos disfraces. La mamá de Manuel y Clara les explicó que aquél baúl era de su abuelito y que cuando era más joven se había dedicado al mundo del circo. Manuel sintió curiosidad y le pidió a su mamá que le contara lo que hacía su abuelo en el circo. Su madre le dijo que el abuelo hacía de payaso para hacer reír a todos los niños del mundo. Manuel decía que él cuando fuera mayor sería payaso como su abuelo.
Subieron de nuevo al desván y encontraron otro baúl enorme. Nunca lo habían visto y querían saber qué había dentro. Lo abrieron y vieron muchos disfraces. Entonces a Manuel se le ocurrió una idea:
- ¡ Vamos a disfrazarnos!, dijo.
- ¡ Yo quiero este !, dijo su hermana.
- Bien, ¡ yo cogeré el de payaso !, dijo Manuel.
Pasaron los años y Manuel y Clara se hicieron mayores. Clara estaba estudiando una carrera y Manuel quería ser payaso como su abuelo. Así es como decidió irse muy lejos para comenzar a trabajar en un circo.
Manuel se hizo payaso. Se llamaba el payaso "yaso-yaso" y hacía reír a todos los niños del mundo, pero poco a poco se hizo viejecito y tuvo que dejar de trabajar en el circo.
Era otoño, pronto llegaría el invierno y quería regresar a su casa, pero antes haría un último espectáculo para los niños.
Llegó el día del espectáculo, Manuel, el payaso "yaso-yaso", hizo reír a todos los niños y después despidiéndose de ellos y regalándoles globos a todos se fue.
Ya estaba de nuevo en su casa con sus hijos y su mujer, porque Manuel se había casado. Se sentía feliz de haber hecho felices a muchos niños, ahora quería descansar.
Y colorín colorado este cuento se ha terminado y por la chimenea ha volado...
Silvia.
2 comentarios:
ES HERMOSO, LA FELICITO PORQUE TIENES PODER DE DECISIÓN, PARA DAR A CONOCER TU GRAN IMAGINACIÓN.
Cordialmente
Jairo H Cepeda M.
ES HERMOSO, LA FELICITO PORQUE TIENES PODER DE DECISIÓN, PARA DAR A CONOCER TU GRAN IMAGINACIÓN.
Cordialmente
Jairo H Cepeda M.
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