El faro

El faro

viernes, 22 de febrero de 2013

UN SUEÑO CONVERTIDO EN PESADILLA (1ª parte )




Por fin había llegado el esperado día. Era dieciocho de Mayo, amaneció lloviendo y hasta hacía frío. Todos daban vueltas ultimando cada detalle, los nervios se notaban en el ambiente. Eva María fue la última en levantarse, estaba tranquila a pesar de ser la protagonista. Fue a la cocina a tomarse un café como cualquier otro día. Parecía no tener prisa y todos decían que se hacía tarde. Pronto llegarían los invitados. Se dio un baño, enseguida llegó la peluquera, la peinó y la maquilló como nunca lo había estado. El vestido estaba estaba colgado en la habitación. Tuvieron que ayudarla a ponérselo. Pesaba y tenía una cola larguísima.
Ya empezaban a llegar los invitados, así que había que salir a recibirlos. Todos se emocionaron al verla, parecía una auténtica princesa. Estaba preciosa. No dejaba de llover, pero eso no impedía a Eva María sentirse la mujer más feliz y afortunada del mundo. Ya era la hora, él la esperaba ansioso y temiendo que no apareciera. Estaba previsto que bajara a la iglesia caminando luciendo ese maravilloso vestido que llevaba, pero llovía tanto, que hubo que improvisar. 

 


Había un coche preparado en la puerta esperándola. Al llegar a la iglesia, Alberto fue a recibirla, tenía un brillo especial en sus ojos, no dejaba de mirarla y decirle lo bonita que estaba. Las miradas estaban llenas de complicidad. se los veía tan enamorados y tan felices que era difícil no emocionarse. Durante la ceremonia no dejaban de mirarse y hacerse comentarios entre ellos.
La iglesia estaba llena de gente. Había flores por todas partes y el coro sonaba entre charla y charla del sacerdote.
               

                                


Al terminar la ceremonia, mientras el fotógrafo les hacía fotos, los invitados esperaban ansiosos a la salida de  la iglesia. La lluvia de arroz que cayó sobre ellos fue intensa. Ya casados recibieron felicitaciones de familiares y amigos invitados a la boda.
Había dejado de llover, pero el sol seguía sin salir. Camino del restaurante comentaban lo felices que estaban lo felices que estaban por haberse hecho realidad lo que tanto deseaban y lo que a partir de ese día iban a vivir juntos.
Eva María estaba embarazada y había que ir pensando en todo lo que conlleva el tener un hijo. Tanto Alberto como Eva María estaban felices por el bebé que venía en camino, pues era el fruto de tanto amor.
En el restaurante todo estaba preparado para recibirlos.




La comida estaba exquisita, los invitados se lo estaban pasando genial  y Alberto y Eva María no podían estar más felices. Suena la música y comienza el baile. Primero son los novios los que bailan y enseguida se incorporan los invitados y todo el mundo baila, ríe y se lo pasa bien. Ya por la noche después de despedir a los invitados y cuando se quedan a solas, termina de hacerse realidad por completo el sueño que ambos tenían. Estaban juntos en el que a partir de ese momento iba a ser su hogar. Fue una noche mágica, llena de ternura, pasión y complicidad. Pero la magia desaparece cuando amanece y comienza el día. Eva María se despierta de un maravilloso sueño para pasar a una dura y cruel realidad. 
Nunca  hubiera imaginado que su vida pudiera cambiar tanto de la noche a la mañana. Despertarse al lado del hombre que amaba y el que era su marido desde hacía unas horas y descubrir que no era el hombre que ella creía que era. Un hombre sensible, tierno, cariñoso, complaciente, detallista...
Un hombre que la protegía del mundo entero, que la mimaba y le demostraba su cariño cada minuto. Un hombre que recordaba su niñez con tristeza y dolor. Cómo imaginar que ese hombre podría lastimarla tanto y ser capaz de maltratarla horas después de hacerla su esposa. Eva María no podía creer lo que le acababa de suceder. Lloraba abrazada a su vientre, preguntándose que había sucedido para que Alberto tuviera aquella reacción. No encontraba explicación para aquella cruel realidad. Su llanto era desconsolado. Eran tantos los sueños e ilusiones rotas que no podía dejar de pensar qué iba a suceder a partir de aquel momento. Iba a ser madre y amaba con locura al padre de ese futuro bebé. Intentó calmarse y pensar con madurez y serenidad. Alberto se había ido después de tal acto y la había dejado sola. No sabía qué hacer, al cabo de unas horas, ya más calmada fue a buscarlo. Tenían que hablar. 

                 
                                               

Eva María necesitaba que Alberto le dijera que había sido un momento de arrebato y que no iba a repetirse jamás. Él estaba avergonzado, no sabía qué decir, no sabía cómo disculparse con la mujer que amaba y con lágrimas en los ojos y arrodillándose le pidió perdón a Eva María.
Volvieron juntos a casa. Eva María quiso pensar que había sido un mal día y que nunca jamás volvería a suceder. Alberto la había convencido con sus disculpas, además lo amaba y era el padre del bebé que esperaba.
Al día siguiente Alberto se va a trabajar, Eva María le esperaba en casa ilusionada e impaciente porque llegara. Cuando regresó del trabajo la comida estaba preparada y la casa atendida. De repente, Alberto sin motivo alguno, provoca una discusión entre ambos. Eva María estaba totalmente sorprendida, pues no entendía la razón de aquella discusión que Alberto estaba provocando. No tenía lógica. Intentó calmarlo y que se diera cuenta de que aquello era absurdo, pero cuanto más hablaba con él e intentaba calmarlo, más se alteraba.
La insultó y la humilló haciéndola sentir poca cosa y no conforme con eso la empujó con tal fuerza que se cayó al suelo. A continuación él se va y ella llorando le suplica que no se vaya, que no la deje sola. No entra en razón y Eva María corre tras él escaleras abajo rogándole que la espere. Era una pesadilla lo que le estaba sucediendo, no podía creer que su marido la estuviera tratando de esa forma, incluso estando embarazada. No logra convencerlo y regresa sola a casa. Se encuentra mal, pues en su estado no es bueno que se disguste y que corra de esa forma. Pasan las horas y no regresa. Decide llamarlo pero no logra contactar con él.
Se hace de noche, siguen pasando las horas y Alberto no aparece. Está muy disgustada y con lágrimas en los ojos se queda dormida.



A la mañana siguiente cuando se despierta Alberto no está. No había dormido en casa. Eva María no dejaba de preguntarse porqué le sucedía todo aquello. Parecía estar viviendo un mal sueño del que quería despertarse. Pero era una triste y dura realidad.
Cuando por fin aparece Alberto lo abraza sin pedirle ninguna explicación. Lo quería y para ella el tenerlo a su lado en esos momentos era suficiente. Cuando Alberto le pide disculpas ella no puede evitar llorar. Solamente esperaba que no volviera a suceder. Estaba muy enamorada y todo lo que estaba sucediendo estaba en un sin vivir. No entendía cómo su marido perdía el control de aquella manera. Pero no perdía la esperanza de que eso fuera un paréntesis en sus vidas y que pudiera continuar hacia adelante con normalidad.
A los quince días de estar casados Eva María comienza a tener fiebre. Al principio solo son unas décimas, pero a medida que se va haciendo de noche la fiebre sube y llega a ser muy alta. De madrugada llega a tener 40ºC. Se encuentra mal, pero Alberto no le hace caso. Eva María no deja de insistir y consigue que Alberto llame a su padre que está trabajando con el taxi para que la suba al hospital. El padre de Alberto no tarda en llegar y lleva a Eva María al hospital. Alberto decide quedarse durmiendo.



En el hospital es atendida rápidamente y después de verla el médico la ingresan. Pasan los días y sigue con fiebre, los médicos no tienen muy claro lo que tiene y deciden seguir haciendo pruebas. Después de varias analíticas le dan un antibiótico sin estar muy convencidos de que de resultado, pero por suerte hace efecto y Eva María empieza a notar mejoría. Llega a estar en el hospital quince días en los que a penas ve a Alberto.
Eva María está muy triste, se siente sola y desilusionada. Desde que se casó nada ha sido como se esperaba y así es como vivieron su primer mes de casados.
A Eva María el embarazo no le sentaba nada bien. Tenía muchos vómitos y poco apetito. Tiene el hierro bajo y no coge peso. Eva María está muy preocupada y tiene miedo de que la situación que está viviendo con su marido le pueda afectar a su embarazo. Tiene mucho miedo a que le pase algo a su bebé.
Un día Alberto llega de trabajar y no traía la recaudación del taxi. El padre de Alberto se enfada y no le deja volver a trabajar. Eva María se disgustó, pues no tenían dinero, ya que Alberto jugaba a diario a las máquinas y gastaba todo el dinero.
Iban pasando los días y Alberto seguía sin trabajar. Ella le decía que buscara trabajo en otra empresa donde cobrara al mes y no tuviera que andar con dinero. Así evitaba la tentación de jugar a las máquinas. Alberto no hace caso a  lo que Eva María le dice y se dedica a pasar todo el día en la cama durmiendo y mientras ella estaba sola todo el día sin poder contar con él para nada. Cuando se hacía de noche y Eva María se iba acostar él se levantaba y se iba, dejándola sola de nuevo en casa. Era una situación tormentosa. No había forma de hacerle entender que lo que estaba haciendo estaba mal. Le llamaba por teléfono pero no respondía. A veces no iba ni a dormir . Se quedaba en casa de su madre.
Va pasando el tiempo. Eva María ya está de cinco meses y la barriga ya se le nota.
Alberto lleva unos días bastante cariñoso,incluso le cantaba a la barriga para que el bebé estuviera más tranquilo.
 
                               

A pesar de todos los problemas que habían tenido  Eva María estaba feliz porque iba a ser madre. Ya comenzaba a coger más peso, no tenía vómitos y tenía mejor apetito. El saber que iba a ser madre le daba fuerzas para luchar por su felicidad al lado de Alberto. Era un bebé muy deseado por los dos. Era tan emocionante para ella sentirlo crecer dentro de su vientre que nada  era más importante. Sentía algo muy especial cada vez que notaba una patadita, cuando acariciaba su tripa y hablaba con ella, cuando Alberto ponía su cabeza sobre la tripita y le cantaba. Aunque parezca increíble el bebé se calmaba con las canciones de papá. Esta felicidad dura poco.
Alberto empieza a trabajar una vez más en el taxi. A los pocos días llega a casa bastante raro y nervioso. Eva María le esperaba para comer. Cuando están sentados en la mesa le pregunta cómo le ha ido el trabajo y le dice que muy bien. Ella nota que no quería hablar del trabajo, así que cambia de tema y le pregunta si iban a salir. Le contesta que está cansado y que se va acostar un rato. Terminan de comer y él se acuesta. Eva María mientras friega. Cuando termina se pone a planchar y de repente Alberto se levanta y dice que se va y que la espera en casa de su madre. Ella no entiende nada y se queda sorprendida. Le dice que se cambia de ropa y se van juntos. Entonces se pone muy nervioso e insiste en irse solo. Eva María se da cuenta de que debe tener dinero y quiere irse solo para jugar a las máquinas. Ella intenta evitarlo insistiendo en irse juntos.
Es entonces cuando  él provoca una discusión con la  intención de buscar un motivo que justifique lo que él quiere hacer, que es salir solo de casa. Pierde el control, la coge por los pelos y le da un empujón con tal fuerza que la lanza al otro extremo del pasillo. Eva María se cae al suelo, se acerca Alberto a ella y le da patadas. Intenta levantarse del suelo,pero antes de conseguirlo él abre la puerta y se va corriendo. 
  
                                           
                         
                                             Continuará...

Esta historia es real,solo se modifican los nombres y pequeños detalles sin importancia.

Estrella Fugaz.



                                                                                                                                                                                                                                                                  














































                                     

 

  


                                                                                                                                                                           

1 comentario:

Unknown dijo...

Una larga, intensa y real historia. Quiero compartirla con quienes me siguen y todo mi apoyo para las mujeres maltratadas.
Un beso para todas ellas.