El faro

El faro

miércoles, 27 de febrero de 2013

UN SUEÑO CONVERTIDO EN PESADILLA(2ª Parte)



Después de una paliza Eva María se queda sola en casa. Su princesa  afortunadamente estaba con los abuelos y Alberto como siempre después de pegarle se va de casa. Eva María va a la habitación de Estefanía y se abraza al peluche preferido de su hija mientras mira una foto de ella que hay en la habitación. Se sienta en la alfombra y llora desconsoladamente como si fuera una niña. En esos momentos le gustaría ser pequeña y que su madre la estuviera abrazando. Se preguntaba una y otra vez qué había hecho tan mal en su vida para merecer lo que le estaba sucediendo, se sentía culpable por no saber resolver aquella situación. Adoraba a su niña, quería a su marido...solo quería ser feliz . Tener un hogar lleno de amor y respeto. Cuanto más pensaba más lloraba. Estuvo así durante un largo rato. Ya más calmada se tomó un café y se dio una ducha. Se sentía sucia...
Estaba cansada, necesitaba dormir, así que se acostó un rato. Durmió un par de horas y se despertó al sonar el teléfono. Era su madre. Al escucharla su madre le pregunta que le pasa. No quiere contarle nada, pero la madre de Eva María conoce muy bien a su hija y sabe que Alberto le ha pegado. Eva María ante la insistencia de su madre no le queda más remedio que contarle lo sucedido.
 
-Mamá tranquila, estoy bien.
-Cómo vas a estar bien, Eva María.
-Mamá de verdad, estoy bien.
-Alberto,¿está en casa?.
-No, se ha ido, como siempre.
-Hija, vente a casa, déjale.Papá y yo te ayudamos a ti y a la niña.
-Mamá, gracias, pero no insistas...
-Pero Eva...
-Mamá, ¿cómo está mi princesa?.
-Bien, está durmiendo.
-¿Ha comido bien?.
-Sí, ha comido todo el puré con el pescado y un yogur.
-La extraño mucho, quizás vaya mañana a buscarla si las cosas están más calmadas.
-Hasta mañana hija, cuídate.
-Sí, hasta mañana, dale un beso a mi princesa.
 
Después de hablar con su madre, Eva María , siente una gran necesidad de abrazar a su hija. La extraña mucho. Extraña su sonrisa, sus manitas acariciándole la cara, el jugar con ella...le hace ¡tanta compañía!. Su hija la hace ser fuerte y sonreír cuando tiene ganas de llorar.
Eva piensa en lo que le ha dicho su madre, en el fondo sabe que tiene razón y que debería dejar a Alberto. Vive con miedo. Tiene miedo de quedarse dormida, tiene miedo cuando Alberto se acerca a ella, tiene miedo de todo lo que tenga que ver con él.
                                 
 
Es duro decirlo pero Eva María está aterrada, le tiene miedo a su marido. No soporta que la toque le da "asco", sufre cuando se ve obligada a mantener relaciones. No se siente mujer, ni persona.
Se escucha la puerta. Eva María Se levanta esperando que sea su suegro. Su sorpresa es cuando ve a Alberto. Llega cabizbajo, apenas mira a Eva María. Se sienta en el sofá y llorando le pide perdón a Eva María. Ella se queda en silencio, no dice nada. Alberto se levanta y se acerca a ella y vuelve a pedirle perdón arrodillándose ante ella. Eva María le dice que se levante. La abraza, intenta besarla y ella no responde. Vuelve a insistir y al ver que ella le rechaza la lleva a la fuerza a la cama. La desnuda...Eva María pone resistencia. No quiere mantener relaciones con él. Intenta escaparse de él, pero es inútil . La penetra a la fuerza y como sigue poniendo resistencia le pega. Cuanta más resistencia pone ella, más le pega y más excitado está él . Eva María acaba cediendo deseando que termine y la deje en paz . Una vez que ha conseguido complacerse se viste y se va de nuevo, pero antes la mira diciéndole: "Eres una puta".
Eva María se siente más sucia que nunca, siente" asco" de ella misma. La ha maltratado, la ha humillado y lo peor de todo es que su propio marido acaba de violarla.
 
                      
 
Prepara algo de ropa y llama a su suegro. Le dice que se va unos días a casa de sus padres. Él le pregunta qué ha pasado y ella rompe a llorar, siente vergüenza de lo que acaba de vivir. Cómo va a decirle lo que su hijo acaba de hacerle. No puede dejar de llorar. Su suegro le dice que espere un rato que pasa él a buscarla para llevarla a casa de sus padres. Eva María le dice que no tarde. Tiene miedo de que Alberto regrese. Este episodio ha sucedido en varias ocasiones. No es la primera vez. Estaba deseando llegar a casa de sus padres y abrazar a su hija.
 
 
                           

Cuando llega la niña aún está dormida. Necesita ¡tanto...! abrazarla que la coge con mucha delicadeza para no despertarla. La acurruca contra su pecho mientras la abraza cerrando los ojos para sentirla cerca de ella. No se cansa de besarla. La mira y piensa que no es justo que su inocencia de niña se vaya a ver truncada por la mala relación de sus padres. Ella es inocente y no tiene culpa de nada.
Cuando Estefanía se despierta Eva María no deja de achucharla, de hacerle cosquillitas, juega con su hija y disfruta viéndola sonreír. Hace buen día así que preparan su merienda y se van con los abuelos a una pequeña finca donde los abuelos tenían gallinas y conejos. Estefanía disfruta allí metida entre las gallinas y los conejos. No tiene miedo y corre tras ellas para cogerlas. Durante un rato consigue olvidarse de los problemas y disfrutar de la compañía de sus padres y su hija.
Por la noche, justo cuando está bañando a la niña, suena el teléfono. Era Alberto...quería hablar con Eva María. Ella hace un gesto a su madre, no quería hablar con él, así que su suegra le dice que Eva María está bañando a la niña. Él parece conformarse y no dice nada más.
    
 

A Estefanía le encanta bañarse y jugar en el agua con sus patitos de goma. Después del baño toca cenar y a dormir. A Estefanía le cuesta quedarse dormida desde que era muy pequeña, necesita sentir el contacto de su madre o de su abuela para poder dormirse y se despierta con mucha facilidad. Es una niña que es muy asustadiza  y no es de extrañar, desde que estaba en la pancita de su mamá ya tenía que soportar junto a mamá todas las cosas que papá les hacía y me imagino que eso un feto lo percibe.
Ya se ha quedado dormida. Eva María se levanta muy despacio para cenar con sus padres. Vuelve a sonar el teléfono, Eva María se teme que es Alberto y aunque no quiere hablar con él decide contestar  para que no siga insistiendo.

-Alberto, no me apetece hablar.
-¿Cúando vas a volver a casa?.
-No lo sé.
-Eva María, perdoname, me siento muy mal por lo que te hice.
-Siempre dices lo mismo Alberto. Te perdono y vuelves a hacerlo.
-Te prometo que no va a volver a suceder. Te quiero
-Bonita forma tienes de demostrármelo. Voy a colgar Alberto.
-Vuelve a casa...
-Necesito pensar...adiós.

Eva María se queda mal después de hablar con Alberto. Sabe que sufre cuando es consciente de lo que ha hecho, pero no por eso es justificable lo que hace. Ella no se merece eso. No puede consentirlo. Vive aterrada a su lado y eso no es vida.
Al día siguiente a pesar de la opinión de sus padres Eva María regresa a casa con su hija. Cuando llega Alberto está durmiendo, lo cual quiere decir que no ha ido a trabajar. Intenta no meter ruido para que no se despierte. Se va con la niña a la cocina para hacer la comida.
Pasan unas tres horas hasta que Alberto se despierta. Se da cuenta de que Eva María y la niña están en casa. Estaban en la habitación de la niña jugando. Eva María está sentada en la alfombra con la niña. Alberto entra en la habitación y coge a su hija en brazos, la acaricia, la besa y vuelve a dejarla en la alfombra para dirigirse a su mujer. La abraza y le vuelve a pedir perdón. Eva María le pregunta porqué no ha ido a trabajar y él le responde que se había acostado tarde y se había quedado dormido. Por un momento hay un silencio que Alberto rompe para pedirle dinero a Eva María. No tiene tabaco y necesita fumar. Eva María le dice que no tiene dinero.
Alberto se pone como "loco", grita, la insulta, da golpes a las puertas...
Vuelve a pedirle dinero y ella le dice que es cierto que no tiene. La coge por los pelos mientras la insulta, le golpea la cabeza con la pared y termina cogiéndola por el cuello. Ella intenta defenderse pero no puede hacer nada, intenta hacerlo razonar pero es imposible. Le está haciendo daño, Eva María Grita, llora...
La niña se asusta y empieza a llorar. Eva María le suplica a Alberto que la deje ir con la niña porque está asustada. Es entonces cuando él reacciona y la suelta. Se queda mirando a su hija y sale de la habitación, se viste y una vez más se va como siempre hace. Eva María abraza a su hija llorando, intenta calmarla, pero es consciente de que para eso tiene que calmarse ella primero. Cuando consigue calmar a la niña la mete en el corralito con sus juguetes y le pone dibujos para que esté entretenida. Ella necesita desahogarse a solas sin que su hija la vea.
 
     
 
 
Pasan unos días y Eva María tiene una falta. Siempre es muy puntual así que intuye que puede estar embarazada. Aprovecha que está su suegro en casa para dejarle a la niña y aprovecha a ir a la farmacia a por un test de embarazo. Cuando llega a casa espera a estar sola para hacérselo, su suegro no quiere que Alberto y ella tengas más hijos y era lógico con la situación que vivían. Una vez que su suegro se va  aprovecha a hacerse el test . Está preocupada porque sabe que en su situación no debería tener mas hijos pero también tiene claro que si estuviera embarazada no abortaría. Deja el test en el baño, le asusta mirar el resultado, pero no le queda otra occión así que espera unos minutos y va a ver cual es el resultado...
 
                                    
 
Mañana sabremos el resultado de ese test y seguiré contando la angustiosa historia. No pensé que fuera a resultarme tan difícil contar esta historia después de tanto tiempo. Agradezco la delicadeza que estáis teniendo las personas que me seguís. Estoy viendo que hay muchas visitas pero no dejan comentarios,quizás por prudencia, por respeto...
Quiero decir que cualquiera que lea esta historia está en su derecho de opinar porque para eso la estoy compartiendo con todos vosotr@.
                                                           Continuará...
 


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