El faro

El faro

lunes, 25 de marzo de 2013

AMOR EN LAS MONTAÑAS DE SRI LANKAN ( China )

 
 

克劳迪娅 ( Kè láo dí yà ) Claudia.
 
 
Claudia era una joven china . Trabajaba en un humilde hospital de china como médico. Era huérfana desde muy niña. La crió una anciana que conocía a su familia. Le dio una buena educación , la envió a un buen colegio, la enseñó a ser una buena muchacha, educada, humilde y luchadora . Claudia amaba su profesión, disfrutaba cada día acudiendo a su consulta y recibiendo a sus pacientes. Al terminar su turno hay una llamada, se trata de una urgencia, la llamada la realiza un hombre que vive en las montañas que quedan un poco apartadas de la ciudad. Claudia se ofrece a ser ella la que acuda a esa urgencia ya que ha terminado su turno y no hace falta en el hospital. El hombre que había llamado vivía en una casa alquilada en las montañas de Sri Lankan .
                         
 
Cuando Claudia llega la puerta está abierta. Llama y le contesta la voz de un hombre. Claudia pasa a la casa y se encuentra a un hombre con gesto de dolor y encogido. Le exculta, tiene un dolor en la tripa y también algo de fiebre.
 
- Me temo que tendré que llevarte al hospital.
 
- ¿ Por qué ?, ¿qué tengo?.
 
- Me temo que es apendicitis. Para poder confirmarlo tendrás que ir al hospital.
 
- ¿ Cómo te llamas ?.
 
- Celia y ¿tú?.
 
- Me llamo Jesús...y digo yo Celia, ¿no puedes hacer algo aquí sin tener que ir al hospital?. Es que no me gustan nada los hospitales.
 
- Lo siento Jesús,pero tendremos que ir. No hay otra occión.
 
Claudia hace una llamada al hospital mientras van de camino para que estén preparados. Nada más que llegan ya los estaban esperando. Claudia acompaña en todo momento a Jesús hasta confirmar el diagnóstico. Al confirmar que tiene apendicitis y que tiene que ser operado Claudia le pregunta si quiere que llame a alguien. Jesús le dice que no tiene familia. Se queda sorprendida y un poco triste ya que como ella es huérfana siente curiosidad por la situación personal de Jesús. Le tranquiliza antes de entrar en el quirófano y le dice que todo saldrá bien. Claudia decide quedarse hasta que Jesús sale del quirófano. Después de hora y media Jesús está en reanimación. Claudia va a verle, todavía se está despertando de la anestesia. Le coge la mano y le acaricia la cara. Viendo que se encuentra bien se dirige hablar con los médicos y después de confirmar que todo ha salido bien se va a su casa. Ha sido un día largo y necesita descansar.
                           
 
Cuando llega a casa su "tata", así llamaba Claudia a la señora que la había criado, la estaba esperando. Estaba preocupada porque Claudia siempre la llamaba cuando se iba a retrasar. Claudia se disculpó con su "tata" y le explicó todo lo sucedido. Claudia estaba muy cansada, quería ducharse y acostarse pronto. Mientras se duchaba su "tata" le preparó algo de cenar y enseguida se fue a la cama. Quería madrugar para ir pronto al hospital.
                        
 
Cuando Claudia llega al hospital todavía es temprano, así que pasa a ver a Jesús. Estaba dormido. Se queda contemplándole, era muy atractivo, después de un rato obserbándole se dispone a irse cuando Jesús le dice:
 
- Buenos días, doctora Claudia.
 
- Buenos días, ¿cómo se encuentra?.
 
- Bien, ¿cuántos días estaré aquí ?.
 
- Si todo va bien en un par de días podrá irse.
 
- Gracias Claudia.
 
-No tiene porque dármelas. Solo hago mi trabajo.
 
Claudia se va a su consulta. Sus pacientes la esperan. Esa mañana le cuesta concentrarse, no puede dejar de pensar en él . Está confusa, nunca le había sucedido nada parecido.
 
 
                 
 
Cuando sale de la consulta camina durante un rato y se detiene en un lugar tranquilo donde no hay ruido. Lo único que pasa por su mente es Jesús. No podía ser, no le conocía, ¿cómo se iba haber enamorado de él ?. No entendía lo que le sucedía, lo único que sabía es que necesitaba verle,quería saber más de él . No se lo piensa más y va a verle.
 
- ¡ Hola !
 
- ¡ Hola !, pensé que no te vería más...
 
- Perdona...quizás no tendría que haber venido...
 
- ¡No, no, no...!, todo lo contrario. Me alegro de verte.
 
- Gracias. Jesús...¿Por qué no te gustan los hospitales ?.
 
- Claudia...no quiero ser descortés, verás es que...
 
- Disculpame no quería ser indiscreta. Mejor me voy...
 
-¡Claudia!...
 
Ella se fue rápidamente de la habitación. Se sentía una estúpida, como había podido preguntarle algo tan personal a un hombre que no conocía. Se sentía avergonzada. Se fue a casa y se encerró en su habitación. No quería comer, ni hablar...su "tata" estaba preocupada por ella pero respetó su silencio. Sabía que tenía que sucederle algo para que actuara así.
Al día siguiente fue a su consulta. Decidió que no pasaría a interesarse por Jesús. Ese día le darían el alta y no volvería a verle más. Tal vez era lo mejor, quizás así podría olvidarle.
 
 
                            
 
Cuando termina la consulta y se dispone a irse en información le dan un sobre y le dicen que lo ha dejado un hombre llamado Jesús. Claudia se queda sin palabras. Se va del hospital y se sienta en un parque. Durante un rato mira el sobre preguntándose si abrirlo o no. Por un lado quería saber lo que Jesús le decía en aquella nota y por otro lado le asustaba lo que podía decirle. Por fin decide abrir el sobre.
 
Querida Claudia:
 
   Me han dado el alta. He pasado por tu consulta pero estabas ocupada, así que te he dejado esta carta. Cuando me preguntaste porqué no me gustaban los hospitales no quería ser grosero. Es un tema muy doloroso para mí. Se que no tenías mala intención al preguntarme. Te agradezco las molestias que te has tomado al interesarte por mi y te lo agradezco. Hacía mucho tiempo que nadie se preocupaba por mí. Me gustaría invitarte a cenar este Sábado a las nueve en mi casa para explicarte algunas cosas y poder conocernos mejor. Te espero el Sábado , aunque se que corro el riesgo de que no acudas. Me encantaría que habláramos y gracias por todo.
 
Jesús.
 
 Claudia no se podía creer que quisiera verla y mucho menos que la invitara a cenar. Pero no estaba segura de querer ir a esa cita. Jesús no tenía que darle ninguna explicación y ella solo había hecho su trabajo. Pasaron los días, ya era sábado, no sabía que hacer...le preguntó a su "tata" que le dijo: - haz lo que te diga tu corazón .
Claudia se preparó para la cita, quería ser puntual y para ser sinceros deseaba verle.
 
                           
 
Llegó puntual. La puerta estaba abierta. Llamó a la puerta y Jesús desde la cocina la mandó pasar. Olía delicioso. Estaba nerviosa, no sabía que hacer ni decir al verle. En ese momento apareció Jesús con el delantal puesto. Era evidente que era él quien estaba preparando la cena.
 
- Yo ...quisiera pedirte disculpas por mi indiscreción.
 
- No, Claudia. No tienes que pedirme disculpas. Yo fui ...
 
- Por favor...ya...dejemos de pedirnos disculpas entonces.
 
- ¡Sí!, me parece muy buena idea. Estás guapísima.
 
- Gracias...a ti te queda muy bien el delantal, ja,ja,ja...
 
- ¿ Te gusta el pescado al horno ?.
 
- ¡Sí!, me encanta...
 
- Ya está casi listo. ¿Tomas algo mientras?.
 
- ¡Vale!.
 
Claudia se sienta en el sillón mientras Jesús sirve dos copas de vino. La mesa esta preparada. Enseguida está la cena y se sientan a la mesa. Jesús empieza explicándole que es Español , que está separado y decidió irse a China cuando su hijo murió. Claudia presiente que va hablarle de un tema muy delicado. Bebe un trago de vino y escucha con atención a Jesús.
Clara y yo nos casamos muy jóvenes, comienza contando Jesús, estábamos muy enamorados. A mi me hacía mucha ilusión ser padre pero Clara no quería cambiar el ritmo de su vida. Hacía mucha vida social por su trabajo, tenía que viajar mucho y prefería esperar algunos años para ser madre. Cuando al fin se decide y logra quedarse embarazada somos muy felices. Durante el embarazo todo fue muy bien. A los pocos meses de nacer , mi hijo se pone enfermo y lo llevamos al hospital . Le hacen muchas pruebas y al final nos comunican que mi hijo tiene leucemia. Clara y yo no podíamos creer lo que el doctor nos estaba diciendo. Comenzaron con un tratamiento, sabíamos que no se curaría, pero rezábamos para que estuviera por mucho tiempo en nuestras vidas. Cada poco estábamos en el hospital. Cuando mejoraba nos íbamos para casa, queríamos que fuera un niño muy feliz el tiempo que viviera. Un día le llevamos corriendo al hospital porque se puso muy mal, tenía cuatro añitos y nunca mas volvió a casa. Desde entonces la relación entre clara y yo cada vez era peor. Su dolor era tan grande que me responsabilizaba a mi por haber querido ser padre. Al final decidimos que aún queriéndonos lo mejor era separarnos para no seguir lastimándonos. Al día de hoy tenemos muy buena amistad, ella ha rehecho su vida y es feliz y yo sigo aquí aislado sin haber superado la muerte de mi hijo y esperando verlo entrar y decirme papá.
Claudia no puede evitar emocionarse al escuchar a Jesús y se siente mal por haberle hecho recordar algo tan doloroso.
 
                 
 
Le escucha atentamente, sin dejar de mirarle ni un instante...siente deseos de abrazarlo  y disculparse por haberle hecho recordar algo tan doloroso. Durante unos segundos hay un silencio absoluto. A continuación Jesús le dice a Claudia que no se sienta mal. Hacía mucho que no hablaba con nadie de ese tema y ya era hora de superarlo y dejar de sentirse culpable. No dejó que Claudia dijera nada, solo quería compartir con ella su dolor y que ella le pudiera entender. Cuando terminaron de cenar Jesús puso música y la invitó a bailar. Hacía años que no tenía ninguna cita y Claudia le había despertado sentimientos que tenía dormidos.
 
                         
 
Bailaron lentamente, durante unos minutos se miraron fijamente a los ojos, Claudia apoyo su cabeza sobre el hombro de Jesús y terminaron con un largo e intenso beso.
 
- Tengo que irme, dijo Claudia.
 
- Disculpame, ¿te he hecho sentir mal ?.
 
- No, no pienses eso, solamente estoy confusa...
 
- ¿ Volveré a verte ?.
 
- Si, ¡ claro !, bueno si tu quieres.
 
- Por mi no te irías esta noche.
 
- Pero es mejor que me vaya.
 
Claudia se acerca a Jesús para darle un beso en la mejilla, este la estrecha contra su pecho y la vuelve a besar apasionadamente. Claudia le mira y se despide. Camino a casa piensa en todo lo que Jesús le había contado durante la cena. Tenía que haber sido muy duro ver a su hijo enfermo y no poder hacer nada por salvarle. Todavía tenía que conocer muchas cosas de él . Lo que tenía claro es que su corazón palpitaba y su estomago sentía mariposas cada vez que le tenía cerca. Se estaba enamorando y eso la asustaba porque era practicamente un desconocido. Al día siguiente cuando se despertó seguía pensando en él . No iba a cerrar su corazón, quería vivir lo que el destino les tenia preparado. Fue a visitarlo, necesitaba confirmar que la cena de la noche anterior no había sido un momento sin importancia para él . Quería estar segura de que él también tenía sentimientos hacia ella.
 
                       
 
- ¡Claudia!, ¿qué haces aquí ?.
 
- ¡ Hola Jesús !, estuve pensando en la cena de ayer y...
 
- Te ha molestado algo ¿verdad ?.
 
- ¡ No, no, no...!Jesús...lo de ayer¿ para ti fue algo sin importancia ?.
 
- Claudia, se que apenas nos conocemos, pero has despertado en mi sentimientos que tenía dormidos desde hace algún tiempo. No puedo prometerte nada porque no se lo que sucederá, pero hoy, en el presente siento que te necesito en mi vida. Quiero conocerte mejor y vivir algo bonito el tiempo que tenga que durar.
 
- Jesús...ayer...me fluí por miedo a que me lastimaras. Esta mañana no podía dejar de pensar en ti y necesitaba confirmar tus sentimientos para no tener miedo y dejarme querer por ti. Porque yo siento que ya te quiero.
 
Se abrazan y se besan una y otra vez. Claudia tiene que regresar su "tata" la espera . Jesús la acompaña a casa. El camino de regreso a la ciudad es un bonito paisaje . Mientras caminan cogidos de la mano Jesús le propone que vuelva en la noche para cenar, pero esta vez sin miedos. Claudia acepta encantada. Quiere presentarle a su "tata" para que ella se quede tranquila
 
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Antes de llegar a la ciudad Jesús le propone a Claudia que le permita sacarle una foto. Claudia acepta encantada y posa siguiendo las ordenes de Jesús y manteniendo su maravillosa sonrisa. Es en ese momento cuando Jesús le dice que es fotógrafo aunque hacía algún tiempo que se había retirado temporalmente. Claudia le anima a que siga dedicándose a su profesión y Jesús no le promete nada pero queda en pensárselo. Podría abrir su propio estudio en la ciudad y así dejaría de aislarse y comenzar a vivir de nuevo. Era joven, guapo, inteligente...no era justo que abandonara su vida. La muerte de su hijo había sido terrible, pero seguramente que a él le gustaría ver que su padre continúa adelante con su vida y haciendo lo que le hace disfrutar, la fotografía. Claudia está dispuesta a intentar que Jesús vuelva a sentir ganas de vivir. Le quiere.


- ¡Hola "tata" !.

- ¡ Hola "niña"!, esta mañana te has ido tan temprano que no te he visto.

- "Tata", este muchacho es Jesús. Es un paciente del hospital.

- Si, ¡claro !, un paciente ...y el muchacho por el que estuviste encerrada en tu habitación sin querer hablar, ¿verdad ?.

- Sí "tata ", pero Jesús no me había hecho nada lo que pasa es que yo...

- Tenías miedo al amor, a que este muchacho no te correspondiera, ¿era eso ?.

- Sí "tata", a ti no puedo engañarte me conoces mejor que nadie.

- Muchacho...Claudia es buena chica. No le hagas daño. Si la haces feliz para mi serás como un hijo. Así que os doy mi bendición.

- No se preocupe Sra, yo cuidaré de Claudia y lo último que quisiera es lastimarla-dijo Jesús- .

Claudia y Jesús se despidieron hasta la noche. Claudia estaba ansiosa porque llegara la hora de ver a Jesús. Esa noche quería estar radiante, hermosa...


                     

Cuando Claudia llegó todo estaba preparado. La mesa esta puesta, la cena preparada, las copas listas para brindar, música de fondo y un hermoso ramo de flores. Cuando Jesús abre la puerta y ve a Claudia se queda boquiabierto. Estaba bellísima...
Una vez dentro de la casa Jesús le da el ramo de rosas ,ella  se emociona y Jesús le ofrece la copa para brindar por ellos y por haberse conocido. Durante la cena se cuentan cosas de sus vidas para ir conociéndose mejor. La velada estaba siendo maravillosa. Claudia no está acostumbrada a beber, pero se deja llevar, confía en él y sabe que está en buenas manos...
Bailan, brindan, se besan...Jesús coge a Claudia en brazos para llevarla a la habitación. Desea hacerla suya y le pregunta a Claudia si ella quiere. No quiere hacerla sentir mal y que no se sienta respetada. Ella está deseando que la haga suya, su único miedo era que para ella era su primera vez y así se lo hizo saber a Jesús, que la trato con cariño, delicadeza, dedico todo el tiempo que fue necesario hasta que ella ya estubo preparada. Quería que recordara aquel momento como algo bonito que deseara repetir.

                  

Para Claudia había sido un momento muy bonito. Jesús la trata con mucha ternura, preocupándose en todo momento de que ella se sienta bien. La experiencia ha merecido la pena y se siente la mujer más feliz del mundo.
Van pasando los meses la relación entre ellos es estupenda, cada día están más unidos y más enamorados. Claudia sigue trabajando en el hospital y Jesús se decide a abrir un estudio fotográfico que además funciona muy bien, ha recuperado la sonrisa, las ganas de vivir y de una vez se decide a comerse el mundo. Quiere ser feliz con Claudia, siente que es la mujer de su vida y aunque es una locura porque llevan poco tiempo juntos , tiene claro que quiere casarse con ella. Quiere darle una sorpresa y pasa a buscarla por el hospital cuando termina su turno.



                      

Claudia está hablando con compañeros de trabajo cuando ve llegar a Jesús. Se alegra al verle pero al mismo tiempo está sorprendida, pues no habían quedado en que Jesús pasara por el hospital . En cuanto se quedan solos Claudia le pregunta por su presencia en el hospital . Pues no habían quedado en verse a esa hora y está sorprendida. Quiere saber si ha pasado algo ...

- Cariño, desde que apareciste en mi vida no has dejado de ser un regalo para mí. Claudia...he recuperado mi vida a tu lado, te quiero y quisiera pedirte que seas mi esposa.

- Claudia se queda sin palabras.

-¡ Lo siento Claudia !, quizás voy muy deprisa pero pensé...que a ti también te haría ilusión ser mi esposa.

- Claudia se acerca a él , le mira a los ojos y le dice: - Es lo que más deseo en este mundo- .
Sí quiero ser tu esposa Jesús.

Se lo comunican a la "tata" de Claudia que se siente feliz de ver que su niña ha encontrado el amor. Les da su vendición y les desea todo el bien que se merecen.
Comienzan a preparar todo. Quieren hacer una boda íntima para los amigos mas cercanos y familia. Vivirán en la casa donde vive Jesús de alquiler ya que los dueños están dispuestos a venderla así que deciden comprarla. La casa es hermosa, grande, con mucha claridad, situada en un lugar muy bonito y apartada de la ciudad pero que en coche se llega enseguida. Es el lugar ideal para criar a sus hijos. Los dos desean ser padres.
Ya han pasado tres meses desde que decidieron casarse. Todo está preparado. Será una boda sencilla, intima, con las personas más allegadas...
Claudia lleva un vestido sencillo, no va maquillada, su naturalidad ya la hace hermosa y solo lleva brillo en los labios. Jesús se emociona al verla. Se casan en una pequeña iglesia apartada de la ciudad y rodeada de la naturaleza . Ella está feliz.

                     

Después de la ceremonia aprovechan para sacar algunas fotos . Los invitados se dirigen al humilde restaurante donde se celebrará el banquete. Para ellos lo importante es estar juntos por eso deciden hacer algo sencillo y cercano con la gente que realmente son importantes en sus vidas.
Cuando llegan al restaurante la gente está disfrutando. Al verlos llegar todos aplauden y abren paso para que ellos puedan pasar a sentarse a su mesa.
La comida es típica de China y estaba deliciosa. Todos disfrutaban de la comida y el buen ambiente. Llega la hora del baile y la pareja sale a la pista para comenzar a bailar y que los invitados se vayan uniendo a ese baile.

                      

Claudia y Jesús disfrutan viendo a sus amigos disfrutar con el baile. Llega la hora de despedir a los novios, antes unos amigos proponen un brindis por la pareja, que a continuación se despiden . Pasarán la noche de novios en la que va a ser su hogar y en la mañana temprano cogerán un avión para viajar a España. Claudia nunca ha viajado  a España y le hace ilusión conocerla . Jesús ha decidido llevarla a conocer algunos lugares bonitos de Andalucía.    
 
                              

La noche está llena de magia. Para ellos cada vez que hacen el amor es como si fuera la primera vez . Es una noche llena de ternura, complicidad, deseo y mucha pasión...
Eran una pareja que nada más verse por primera vez fue como si se conocieran de toda la vida.
Se compenetraban a la perfección, con una mirada, un solo gesto, estaban hechos el uno para el otro. Después de la  pasión de la noche amaneció. Claudia estaba profundamente dormida  , Jesús la contempló durante un rato y después fue a darse una ducha, al salir Claudia seguía dormida. Bajó a la cocina y preparó el desayuno.

- ¡Buenos días cariño!.

- ¡Buenos días!, ¡qué hora es?.

- La hora de desayunar, darte una ducha y coger las maletas.¡Dormilona!.

- Tú eres el culpable de que estuviera ¡tan agotada!...

- ¿A sí ?, entonces me alegra haberte visto dormir tan placidamente. Me siento orgulloso de ser el culpable de tu profundo sueño.

- Ja,ja,ja...¡ serás malo !...

- ¿ Yo ?, que va, si soy un cielo.

- Sí,sí,sí...vamos a desayunar anda...
 

Ya subidos al avión con destino Sevilla pasarán un par de días y se irán para Huelva. Quieren visitar todas las provincias, pero si en algún momento Claudia se siente cómoda en alguno de los lugares que se encuentren y quiere quedarse lo harán, ya que piensan viajar a España en más ocasiones. Cuando llegan a Sevilla se dirigen en un taxi al hotel. Están en pleno verano y la temperatura es alta. Descansan un rato en el hotel y después salen a conocer un poquito Sevilla. Alquilan una calesa para que les lleve por Sevilla. Claudia está encantada, disfruta de todo lo que ve. Pasan por la plaza de toros y le dice a Jesús que le gustaría ir a los toros.

                   

Después de un paseo por Sevilla van al hotel y van a darse un relajante masaje. A Claudia al principio le da un poquito de vergüenza, pero Jesús consigue convencerla. Estarán juntos y además no se le vera nada le dice. Ella parece quedar más tranquila y acepta.


    
Al principio está un poquito tensa pero después se va relajando y cada vez consigue disfrutar más del masaje. Está tan relajada que le dice a Jesús que si el masaje dura mucho teme quedarse dormida. Van pasando los días y el tiempo de luna de miel se agota. Tienen que regresar a China. A Claudia la esperan sus pacientes en el hospital y a Jesús su estudio fotográfico. También les espera "la tata" de Claudia. Que los extraña mucho.
Ya están en casa, aunque ha disfrutado mucho del viaje, Claudia ya tenía ganas de estar en casa y empezar con su vida de mujer casada. Extrañaba el paisaje y lo primero que hizo fue ir a su lugar favorito, donde ella solía ir siempre a relajarse y desconectar.


                           
 
Pasan los meses y a Jesús le va muy bien en el estudio, a Claudia la han enviado a un nuevo hospital donde las codiciones de su contrato eran mejores. Profesionalmente no podía irles mejor y personalmente seguían igual de enamorados. Al año y medio de casados Claudia le da una gran sorpresa a Jesús. Está embarazada. Los meses del embarazo pasan rápido, Claudia se encuentra bien y trabaja en el hospital hasta el final de su embarazo.
 
                
 
Llega el esperado día , Claudia sale a dar su paseo como todos los dias. Se sienta a descansar, siente un poco de dolor y piensa que es por cansancio. Al estar sentada se le pasa pero en cuanto intenta regresar a casa ve que el dolor cada vez es más fuerte y seguido. Llama a Jesús para que vaya a buscarla. Van directos al hospital. Cuando el ginecólogo explora a Claudia le dice que efectivamente está de parto. Todo fue muy rápido y salio todo muy bien. Jesús estaba feliz. No supieron el sexo del bebé hasta su nacimiento. Era un niño sano y hermoso. Cuando se lo dieron para que lo cogieran se emocionó. Pensó en su hijo que desde el cielo seguro que estaba feliz de ver a su hermanito. Después, mientras los medicos atendían al bebé y a Claudia, fue a la iglesia del hospital a rezar y pedirle a Dios que cuidara de su bebé y no se lo arrebatara como a su hijito de cuatro años. Este bebé tenía que ser fuerte y sano para  darle todo lo que no había podido darle a su hijo.
A los tres dias les dieron el alta. Todo estaba bien así que podían irse a casa.
                
 
Así termina esta historia de amor que nació en las montañas de China.
              
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
     





















 
 
 
 
 
 
 
 
     
                     

 
                             

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