El faro

El faro

domingo, 24 de marzo de 2013

QUIÉN NO TIENE UN DÍA MALO

 
 
Siento que llevo viviendo mi vida para y por los demás. He vivido para mis hijos, pareja, familia y amigos. Olvidándome de mí, de mis derechos, de mis ilusiones, de mis necesidades como persona y ...¿todo para qué?. Al final he llegado a la conclusión de que no ha merecido la pena, que no he disfrutado de mi juventud, que solo he tenido obligaciones y responsabilidades...
 
Fui madre con dieciocho años porque así lo decidí...¡sí!, nadie me obligó a casarme, a ser madre...
pero también es cierto que no escogí el sufrimiento, el maltrato, el egoísmo de mis hijos ahora en su adolescencia, la incomprensión de mi pareja ...siento que mi vida es triste, vacía...siento que aunque haya gente alrededor, estoy sola, así me siento...sola, pequeñita, con mucha necesidad de sentirme querida, con mucha falta de ser abrazada, de sentir que soy importante para alguien.
 
Estoy cansada de dar y no recibir. Yo soy así...lo doy todo por quienes me importan sin pedir nada a cambio, pero ¿a quién no le gusta ser correspondido?. Me gustaría salir corriendo y esconderme igual que una niña pequeña y asustada, pero la vida me ha enseñado que los problemas así no desaparecen. A veces el dolor es tan grande que quisiera dejarlo todo, irme lejos y empezar de nuevo. Pero entonces pienso en mi hijo de cinco años y en lo injusta que yo sería haciéndole pagar todo el dolor acumulado en mis entrañas. Él es quien menos se lo merece, es quien me da cariño, un beso, un abrazo...quién me hace sonreír a pesar de todo.
 
Pero el tiempo pasa, la vida pasa y siento que se me escapa de las manos mi felicidad. ¡Necesito tanto cariño!. Me gustaría tener con quien hablar, un hombro para apoyarme, alguien que me haga sentir que soy importante en su vida. Mi pareja no es mala persona, tampoco digo que no me quiera, pero ya nada es igual...extraño el hombre cariñoso y sensible que conocí. Sé que se preocupa por mí, que él también sufre, pero sin darse cuenta en vez de ayudarme me está lastimando y me está alejando. Es imposible mantener una conversación con quién no quiere escuchar, con quién está a la defensiva cuando no tiene porqué...
 
Siempre tengo que tener en cuenta lo que quieren los demás,aceptarlo y respetarlo. Pero me pregunto si alguien tiene en cuenta lo que yo siento, lo que necesito, lo que quiero...
Hay momentos que por muy fuerte que quieras ser no puedes. Te rompes en pedacitos y después es muy difícil poder poner esos pedacitos en su sitio. Nada volverá a ser igual cuando eso sucede.
 
Siento compartir un momento así con todos vosotros. Necesitaba hablar,desahogarme y se que por ahí hay gente escuchándome, aunque sea a través de algunas palabras escritas. Bueno, esto también os ayuda a conocerme...gracias a los que estáis ahí y me seguís y me apoyáis. Besos para tod@.
 
Estrella Fugaz.


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