El faro

El faro

martes, 12 de marzo de 2013

UN SUEÑO CONVERTIDO EN PESADILLA(Continuación)



Pasan los días y aunque siguen viviendo juntos parecen dos extraños. Duermen separados. Ahora Eva María es la que duerme en la habitación y Alberto en el salón. Solamente hablan temas relacionados con los niños, incluso hablan de la posibilidad de separarse . Eva María lleva algún tiempo con cólicos de riñón. Tiene un cálculo que no termina de expulsar y está con infecciones continuamente. En una de las últimas revisiones que le hacen le dicen que tiene el riñón un poquito dilatado. No hay que actuar inmediatamente pero sí lo antes posible. La mandan hacer un contraste y el preoperatorio para ingresarla y hacerle una "litroticia"( consiste en ayudar ha deshacerse  el cálculo a través de unas descargas que parecen "martillazos). Mientras espera, Eva María se pone con mucha fiebre y ya la habían advertido que en ese caso acudiera lo antes posible a urgencias. Alberto estaba en casa y al verla tan mal llama a su padre. La niña se va con los padres de Eva María y el niño se queda con la madre de Alberto. Este sube a Eva María a urgencias. La atienden nada más llegar a pesar de haber muchos enfermos. Enseguida le dicen que tiene una infección delicada que solo puede tratarse en el hospital porque el medicamento en ese tipo de infección era en inyecciones. Eva María queda ingresada. Tiene suero puesto y le dan analgésicos para el dolor y la fiebre. Al día siguiente hacia el mediodía le quitan el suero porque no vomita, tolera la comida y la fiebre está controlada. Durante unas horas Eva María se encuentra bien. Tiene ganas de leer, dibujar...estar entretenida.
                      

Al final de la tarde estaba Alberto, el padre de Eva María y su hermana y cuñado. Estuvieron un rato allí con ella. Eva María ya entonces empezaba a encontrarse mal. Cuando se van y se queda sola Eva María se encontraba cada vez peor. Aparece el A.T.S y le lleva para la fiebre. Era un chico muy atento y se porta muy bien con ella. Le comenta que se encuentra mal, tiene un dolor de cabeza muy fuerte. Le pone el termómetro y le dice que le está subiendo la fiebre, que en un rato cuando el analgésico le empiece hacer efecto se encontrará mejor. Pasa el tiempo y Eva María no nota mejoría. Aparece el A.T.S para preguntarle cómo está. Van hacer el cambio de turno y quiere saber cómo se encuentra antes de irse. Eva María le dice que se encuentra cada vez peor y le sigue doliendo mucho la cabeza. Antes de hacer el cambio de turno el chico le trae algo para tomar y le dice que con el analgésico de antes y lo que le ha dado tiene que mejorar. La compañera de habitación está pendiente de Eva María ve que pasa el tiempo y no mejora. La señora quiere llamar a las enfermeras y Eva María le dice que espere un rato más. Llega un momento que Eva María no siente nada de cintura para abajo y da botes en la cama. La señora se asusta y llama a las enfermeras. Enseguida llega el médico y no se separa de Eva María hasta horas después cuando consiguen estabilizarla.
                               
 
Eva María apenas habla. Cuando el doctor le pregunta por sus síntomas y su malestar ella le dice que no ve nada más que una luz blanca muy brillante. No ve ninguna imagen, no siente su cuerpo. El doctor intenta tranquilizarla diciéndole que no está sola y que no se separará de ella hasta conseguir estabilizarla  y que se encuentre mejor. El doctor da orden de que un celador suba a buscarla para llevarla hacer una ecografía del riñón y él la acompaña personalmente. En cuanto ven la eco ya saben lo que está sucediendo. Suben rápidamente a planta, ponen de nuevo el suero y algún medicamento. Le sacan sangre cada cinco o diez minutos durante varias veces. Al cabo de una hora aproximadamente Eva María se encuentra mejor. Está estable dentro de la gravedad. El doctor dice que ya saben lo que le sucede, que está todo controlado, necesita dormir y descansar. Por la mañana le explicará lo que ha sucedido. Eva María se queda dormida escuchando las últimas palabras del doctor. Estaba muy cansada, sentía que no tenía fuerzas, estaba débil ...
Por la mañana va el doctor a verla y le explica que su riñón se ha parado y ha dejado de funcionar. La infección que tenía se le ha pasado a la sangre y por eso se encontraba tan mal . Le comunica que en breve le harán una trasfusión de sangre y en cuanto lleguen los cirujanos de guardia la pincharan para poner un poquito de anestesia y la bajarán al quirófano de urgencia para hacer "una nefrostomía " para intentar hacer funcionar el riñón y a ver si consiguen salvárselo. Eva María se asusta mucho. Llama a Alberto y le dice lo sucedido. Le pide que vaya pronto quiere verlo antes de ir a quirófano. También llama a sus padres. Su padre le dice que él va a llamar al taxista y va inmediatamente, que si no la ve antes de irse al quirófano que no tenga miedo, que ella es tan valiente como él y que todo saldrá bien. Eva María se emociona con las palabras de su padre. Llega el momento de ir a quirófano y Alberto no había llegado. Muy preocupado no debía estar pues estaba bien cerca y no se había molestado en llegar.
 
                       
 
Eva maría está despierta ya que solo le han puesto un poquito de anestesia local . Siente un poco de dolor pero le piden que se este muy quieta. Eva maría no se mueve, aguanta el dolor y nota como la sangre resvala por su cuerpo. La pared del quirófano es de azulejos blancos y al estar la luz encendida ve todo lo que le están haciendo a través de los azulejos. Todo sale muy bien. Los cirujanos le agradecen su colaboración al haberse estado tan quieta y haberles facilitado el trabajo ya que es algo muy delicado y cualquier movimiento puede complicar las cosas.
Cuando la subieron a la habitación estaba Alberto y el padre de Eva María. Llora igual que una niña cuando su padre se acerca a ella.
 
-Papá...pasé mucho miedo. Pensé que me moría.
 
-No pienses esas cosas eres muy joven y todavía tienes que vivir mucho.
 
-Pero no veía papá, solo veía una luz muy blanca. No sentía mi cuerpo de cintura para abajo.
 
-Todo va a salir bien. ¿Cómo te encuentras ahora?.
 
-Dolorida...
 
El padre de Eva María se emociona al escuchar a su hija. Alberto interrumpe ese momento para decir que se va. El padre de Eva María se queda sorprendido. Su hija ha estado a punto de entrar en la U.V.I . La acaban de operar y él dice que se va. Eva María aguanta sus lágrimas para que su padre no vea su dolor. Ella no es feliz con Alberto y en los momentos importantes nunca está con ella. Los días en el hospital se hacen largos. Alberto la mayoría de los días no va a verla y el día que va está diez minutos. Eva María lleva varios días sola en la habitación. Nacho el A.T.S en cuanto tiene un momento libre pasa a verla. Le da pena verla tan sola. Poco a poco va habiendo confianza y le pregunta porqué su marido no va a verla, le parece increíble que sea tan indiferente.
A medida que pasan los días y va habiendo confianza le va contando un poco de su vida. Le da lástima verla sola y triste. Para animarla le lleva unas rosas del jardín de su casa, otro día le lleva música, bromea para hacerla reír...se porta fenomenal con ella.


                         

Cuando está un poco mejor Nacho le dice que pueden venir sus hijos a verla. La habitación de Eva María es la primera justo a la entrada y además está sola en la habitación. En caso de que los niños no pudieran subir porque ingresara otra señora, él mismo la bajaría a la entrada principal de la residencia para que pudiera ver a sus hijos. Para Eva María ese momento con sus hijos fue maravilloso. Estaba preocupada por ellos y los extrañaba . Ya llevaba una semana en la residencia y la trasladan a el hospital general. Allí está una semana más. Nacho va a visitarla todos los días y a interesarse por su recuperación. Eva María se siente muy sola. Va a ser Navidad y los médicos le dicen que no se irá de alta hasta después de Navidades. Eva María le dice al médico que no puede ser. Tiene dos niños y necesita estar con ellos. Su estado emocional no era bueno. El médico valora y considera que para su buena recuperación es importante que esté tranquila. Así pues, en cuanto terminan de ponerle el tratamiento inyectado le dan el alta y continúa un mes más con tratamiento por vía oral en su casa.


Le han mandado hacer reposo. Pero es difícil poder hacerlo ya que se ve con dos niños, una casa y dos hombres que había que atender. Aunque Eva María y Alberto no tenían una relación de pareja ella siempre ha atendido a su marido hasta el final. Eva María ha pensado mucho durante los días que ha estado ingresada. Tiene claro que decisión va a tomar, es cuestión de tiempo y de que ella se sienta preparada para dar el paso. Esas Navidades Alberto se va y la deja sola en casa. El padre de Eva María la llama y cuando le dice que está sola le pide que se vaya a casa con ellos. Eva María no quiere, no se siente bien de ánimos y no quiere  fastidiarles las Navidades a su familia. Tiene ganas de llorar, no es feliz y llorando se lo manifiesta a su padre que al escucharla llorar llora con ella.

-Hija...si tienes que llorar llora, pero ven a casa.

-Papá...no quiero molestar y estropearos las Navidades.

-Tú no molestas. Todos queremos que estés aquí.

-Pero es que no tengo ganas de nada. Me apetece estar en la cama.

-Bueno, pues vienes, cenas y si te apetece estar en la cama estás. No queremos que estés sola.

Eva María hace un esfuerzo por sus padres. No puede evitar estar triste, pensativa...
Termina las Navidades y comienza un año nuevo...
 
 Desde ese momento terminará una etapa para comenzar otra nueva y mejor.
 
                                 Continuará...



2 comentarios:

Mar dijo...

Me alegra leer que tanto sufrimiento tiene un final...
Menuda historia, y lo peor de todo es que no es ficción, sino que tiene unos protagonistas de carne y hueso...

Unknown dijo...

Te agradezco tu comentario.
Veo que has estado siguiendo la historia.
Es una historia dura y real,eso te lo puedo asegurar.
Hubo una final para aquella tortura,pero ahora existe
otra con los hijos de Alberto y Eva María.
Si la de Alberto fue una tortura imagínate para una madre
vivir lo que Eva María está viviendo actualmente con sus
hijos mayores.