El faro

El faro

lunes, 4 de marzo de 2013

HISTORIA

DECLARACIÓN DE AMOR EN LA PLAYA



Historia...

una joven morena que llevaba un jersey de punto Foto de archivo - 15386700
Sandra era una chica de veinticinco años, dulce,alegre, divertida, amiga de sus amigas...
Un fin de semana de Octubre su amiga Nuria la invita a ir con ella de camping , ya que tiene una carabana en el campin de un pueblecito pequeño que vive de la pesca. Suele ir todos los fines de semana y allí coincide con chicos y chicas de la pandilla, así que Sandra se anima a ir.
Cuando llegan coinciden con la "pandi", entre ellos estaba Albaro que vivía en aquel pueblecito y se dedicaba a la pesca. Quedaron para cenar todos juntos.
Durante la cena mantenían una conversación divertida,amena...todos reían, bromeaban...
Después de cenar se tomaron unos venjamines . Sandra no estaba acostumbrada a beber y aunque no estaba borracha si estaba un poco contenta. Ya iban a cerrar el bar así que deciden bajar paseando hasta la playa. Se sientan todos en corro sobre una manta y disfrutan de un rato agradable y divertido.
Sandra se levanta y se acerca a la orilla del mar. Cierra los ojos para escuchar el ruido de las olas que van y vienen. De repente nota cómo alguien la coge del hombro. Se gira y ve a Albaro.
- Es bonito contemplar el mar en silencio y en la oscuridad de la noche, ¿verdad?, dice Albaro.
-Sí, estaba con los ojos cerrados escuchando cómo iban y venían las olas.
-¿Ves aquella luz que se ve a lo lejos?.
-Sí, ¿qué es?.
-Es el faro, comenta Albaro.
-¿disfrutas saliendo al mar?.
-Sí, a veces, resulta complicado y paso momentos difíciles cuando el mar no está calmado, pero en general disfruto con mi trabajo.
-¿y no pasas miedo?.
-Al mar no puedes salir con miedo, tienes que ir seguro de que todo va a salir bien y que vas a regresar a casa.
Sandra y Albaro hacía un año que se conocían. Tenían mucha complicidad , con gestos, miradas...se entendían muy bien. Se puede decir que había magia entre ellos. Sin embargo nunca habían ido más ayá de la amistad.
-¿Te apetece pasear?, dijo Sandra.
-Si es contigo me encantaría.
Mientras los demás seguían sentados riendo y manteniendo una conversación amena, incluso hasta parecía divertida...
Sandra y Albaro paseaban a la orilla del mar. Hacía una noche espléndida. Poco a poco se fueron alejando del grupo. Hacía un poco de brisa.
-Hace una noche muy bonita, aunque con esta brisa tengo un poco de frío. -Dijo Sandra-.
-¿Puedo abrazarte para protegerte del frío?.-Dijo Albaro-.
-Me encantaría que lo hicieras.
Albaro abrazó a Sandra y por un momento hubo un silencio.
-Tienes unos ojos muy bonitos y una sonrisa espectacular. Además eres muy dulce.-Dijo Albaro-.
Sandra se quedó casi sin saber qué decir. No esperaba que Albaro le dijera algo así. Aunque le agradaba que lo hiciera.
-Gracias. Tu sonrisa no está nada mal y tus ojos me miran de una forma especial. Ahora que me estás mirando tienen un brillo...
-Sandra, nunca me he atrevido a decirte nada, pero la verdad es que ya no puedo ocultarlo más. Me encantas, estoy enamorado de ti. Cada noche sueño que estás en mi cama y que hacemos el amor...¡perdóname!, creo que puedo estar incomodándote con todo esto y no quisiera...
-¡suuuu...!, bésame Albaro. No sigas hablando.
Albaro la cogió de la mano y la llevó bajo una roca hueca donde estaban res guardados del frío y de las miradas inoportunas de sus amigos. Una vez se encontraban bajo la roca, la estrechó contra su cuerpo y la besó con tanta intensidad como si estuviera viviendo un sueño del que pudiera despertarse y no tenerla entre sus brazos. Se miraban en silencio. Era un momento mágico y no eran necesarias las palabras. Se abrazaban y se besaban aferrándose el uno al otro. No querían que ese momento se acabara, pero pensaron que sus amigos estarían preocupados al no verlos. Salieron de debajo de la roca y caminaron con naturalidad hasta donde estaba el grupo.
-Eh, chicos, ¿dónde estabais?.
-Estábamos paseando y fuimos hasta el otro extremo por eso no nos veíais, -dijo Albaro-, mirando a Sandra con complicidad.
-Sentaros, vamos a brindar.
-¿A brindar?,preguntó Sandra.
-Sí,Nacho ha ido a por un par de botellas de champán, dijo Nuria.
-Y, ¿por qué vamos a brindar?, preguntó Sandra.
-Pues brindaremos porque el grupo siga unido por mucho tiempo. Bueno...y por ¡el amor!,dijo Nuria.
-Sandra se quedó sorprendida y dijo.¡Por el amor!.
-Es una broma mujer,dijo Nuria.
Brindaron todos juntos por la amistad que les unía,
Nacho miró la hora y dijo:
-Bueno chicos yo tengo que irme , mañana tengo partido.
-Sí,ya es tarde yo también me tengo que ir, dijo Raúl.
-Bueno, entonces nos iremos todos ya-dijo Nuria-.
-No. Yo voy a quedarme un rato más si no te importa. Déjame la puerta de la carabana abierta.-Dijo Sandra-.
-Bueno,entonces yo me quedo otro rato acompañándola, no vamos a dejarla sola, dijo Albaro.
Bien, como querais, os dejamos la manta por si queréis sentaros,dijo Nuria.
-Gracias Nuria,¿no te importa que me quede un rato más?-dijo Sandra.
-No,no, ¿por qué tendría que molestarme?. Pero luego que te acompañe Albaro hasta el camping, dijo Nuria.
-No te preocupes Nuria . La dejas en buenas manos.-dijo Albaro-.
Cuando ya se habían ido todos no pudieron evitar acercarse y besarse. Había luna llena.



Era una noche mágica. El mar, la luna, Albaro a su lado...
-Albaro, ¿por qué nunca me habías dicho lo que sentías?.
-Por miedo a tu rechazo.
Sandra se descalzó y corrió hacia la orilla. El agua estaba helada. Albaro la siguió. Jugaban en la orilla como dos niños. Sandra corrió por la orilla y riendo dice: -si me coges te ganas un beso-.
-Pues...,no me quiero perder ese beso, dijo Albaro.
Sandra no se lo puso fácil. Corrió y corrió...
Cuando Albaro la alcanza en medio del juego, acaban en la arena. Sandra estaba murta de risa, jugueteando igual que una niña. Cerró los ojos y sintió los labios de Albaro, su lengua recorriendo su cuerpo.Durante un rato se regalaron besos y caricias.
-Vamos a por la manta y nos resguardaremos debajo de la roca.-Dijo Albaro-.
Fueron a por la manta y se refugiaron bajo la roca.
-¿Me dejas poseerte?-Dijo Albaro.
-Hazlo,lo estoy deseando...
Se miraron...Albaro la besó con dulzura,ella respondió a sus besos. Albaro le quitó el vestido y la tumbó con delicadeza. Acarició su cuerpo mientras la contemplaba. Se acerca y la besa de nuevo.
Los besos cada vez son más intensos, besa cada rincón de su cuerpo con delicadeza...ella está sumergida en un profundo deseo...siente que su cuerpo arde de placer, le desea...Albaro sigue besándola ,recorriendo su cuerpo con sus labios y su lengua. Ella le quita la camisa quiere tener contacto con su piel suave. Acaricia su espalda con las llemas de los dedos,luego acaricia su pecho mientras juguetea con los pelos ...
Albaro continúa besando cada rincón del cuerpo de Sandra hasta llegar a su pubis. Lo acaricia, juguetea dando suaves mordisquitos y pasando su lengua. Sandra está muy excitada. El quiere hacerla disfrutar, no tiene prisa, quiere que ella guarde un bonito recuerdo de esa primera vez. Juguetea lentamente, con delicadeza, con suavidad, haciéndola llegar a lo más alto de la cumbre.. Acaricia sus piernas,su vientre,sus pechos...todo con extremada delicadeza.
-Eres muy bella Sandra. Además eres dulce, sencilla...hoy soy el hombre más feliz del mundo por estar aquí a tu lado y haciendo el amor contigo.
Sandra le abraza y le besa sin decir nada. Le quita el pantalón y ahora es ella quién recorre su cuerpo con deseo, con ternura...besa su miembro, juguetea con su lengua haciéndole sentir que está en el paraíso. Pasa su lengua una y otra vez, saboreando con sus labios su pene que cada vez está más preparado para penetrarla. Se sienta encima de Albaro e introduce su pene dentro de ella mientras se mueve lentamente, mientras Albaro le acaricia los pechos. Es un momento maravilloso.La luna brilla.
Albaro la tumba en la manta y ella le suplica que la penetre, quiero sentirte dentro de mí,-dice Sandra. La penetra lentamente, sin prisas, haciéndola perder el control de su cuerpo. Disfrutó en cada embestida , que cada vez comenzaban a ser más seguidas...
-¡Albaro!,sí,sí,sí...no pares.
-¿Te gusta?.
-Sí, me encanta.
-Quiero que disfrutes Sandra.
-Me estás volviendo "loca de placer".
-¡Ah,ah,ah...sí,sí,sí...
-¡Albaro!,sí,sí,sí...
-Ya mi amor,ya...
Terminan de hacer el amor y se quedan abrazados, en silencio,observándose el uno al otro.
Eres igual que una muñeca. Frágil, bonita...Sandra quiero que a partir de hoy esto sea el comienzo de un bonito amor. No quiero ocultar más mis sentimientos. Quiero gritarles a todos, al mundo entero, que te amo.
-Yo tampoco quiero callar más. Te necesito a mi lado, te necesito en mi vida y te quiero.
Miran la luna. Estaba allí iluminándoles,siendo testigo del comienzo de un amor. Era un momento muy bonito, pero no podían quedarse en la playa. La brisa era fría y no tenían con qué taparse.
-Ven a dormir conmigo,dijo Albaro.
-Pero si Nuria se despierta y no me ve se asustará.
-Puedes dejarle una nota y mañana le explicamos.
-No sé Albaro...me apetece un montón pero...
-Entonces no lo pienses más,ven a dormir conmigo.
-Sí dormiré contigo, quiero estar a tu lado. Vamos a dejarle una nota a Nuria.
Pasaron la noche juntos, hicieron el amor una y otra vez hasta el amanecer, quedándose dormidos abrazados. Había sido una noche mágica, llena de sentimiento, de deseo...
Así fue como comenzaron su amor Albaro y Sandra. Había sido Romántico y bonito.
Cuando se lo contaron a los chicos y chicas de la pandilla todos se alegraron un montón, ya que eran conscientes de la complicidad que ambos habían mantenido siempre.

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